Vados del Isen
En este lugar, el Isen fluye ancho, lento y poco profundo, con un lecho de arena y cantos rodados. Las orillas a ambos lados están en pendiente, siendo el margen este más escarpado. En medio del cauce se eleva un vasto islote rocoso, cubierto por piedras de aluvión. Durante la Tercera Edad, el gran camino que une los reinos de Arnor y Gondor cruza el Isen por los vados. De orilla a orilla, pasando por la isla, se mantienen tres hileras de piedras chatas para indicar el sendero más seguro.
Los vados del Isen adquieren una importancia estratégica vital, ya que son el único paso de la frontera entre el Folde Oeste de Rohan y los límites de las tierras ocupadas por sus enemigos los Dunlendinos. En el lado oeste, los Rohírrim construyen dos fortines de tierra y piedra para protegerlos. En 2758, Wulf el traidor lidera una hueste de Dunlendinos y Corsarios de Umbar que vence a las tropas de Helm en los vados, iniciando así una invasión que durará todo el invierno.
Pero es en 3019, en plena Guerra del Anillo, cuando los vados adquieren un carácter vital. El mago Saruman inicia la invasión de Rohan, y ataca los cruces del Isen desde ambos márgenes. Si al oeste el camino a Isengard está bien pavimentado, al este, los márgenes del río son más escarpados y de difícil tránsito, por lo que los Rohírrim se centran en defender la orilla derecha. En la Primera Batalla de los Vados del Isen (25 de febrero), la avanzadilla de Orcos de Saruman debilita las fuerzas de Rohan y elimina a Théodred, hijo del Rey Théoden. En la Segunda Batalla de los Vados del Isen (2 de marzo), los 10.000 soldados Uruk-Hai y Dunlendinos dispersan con facilidad las escasas fuerzas dirigidas por Grimbold y Elfhelm, lanzándose al sur hacia el Abismo de Helm. En el centro del islote se erige una sepultura para los caídos de Rohan en estas batallas, un túmulo rodeado por piedras y lanzas enhiestas que custodiará los vados en los años siguientes.