25 de marzo de 3019 de la Tercera Edad: La caída de Sauron y el amanecer de una nueva era

Mordor - Hoy, en un solo día, el destino de la Tierra Media ha cambiado para siempre. La sombra ha caído. La Torre Oscura ha sido derribada. Sauron ha sido derrotado. Y la historia de los Pueblos Libres ha sido escrita en fuego y ceniza en las llanuras de Mordor.
25 de marzo de 3019 de la Tercera Edad

En la mañana de este día crucial, el Ejército del Oeste se encontró rodeado en las Colinas de Escoria. Enormes legiones de orcos, trolls y criaturas de la oscuridad emergieron desde el Morannon y los valles de Mordor, envolviendo la última resistencia de los Pueblos Libres. "Era como si el suelo mismo vomitara enemigos", relató un soldado gondoriano. Aragorn, Gandalf, Éomer, Imrahil y los capitanes del Oeste resistieron con fiereza, sabiendo que su única esperanza no estaba en el filo de sus espadas, sino en la misión desesperada de dos hobbits en el corazón de Mordor.

Mientras tanto, en lo alto del Orodruin, Frodo Bolsón y Samsagaz Gamyi alcanzaron la Sammath Naur, la Cámara del Fuego. Pero el poder del Anillo era demasiado grande. En el último instante, cuando la victoria estaba al alcance de la mano, Frodo sucumbió a su influjo y reclamó el Anillo como suyo.

Pero el destino tenía otros planes. Gollum, la criatura marcada por la codicia, apareció en la cámara, atacando a Frodo y mordiendo su dedo para arrancarle el Anillo. En un instante de locura y triunfo, Gollum perdió el equilibrio y cayó a las Grietas del Destino. Con él, el Anillo Único se hundió en el fuego eterno, desatando el cataclismo que Sauron más temía.

La destrucción del Anillo fue inmediata. Barad-dûr se estremeció, sus cimientos se resquebrajaron y la Torre Oscura, sostenida por el poder del Anillo, se derrumbó en un cataclismo de piedra y sombra. En el cielo, los Nazgûl, atrapados en la tormenta de fuego del Orodruin, fueron consumidos y desaparecieron en un grito final. En el Morannon, los ejércitos de Sauron quedaron sin dirección. "Un grito de terror recorrió sus filas, y de pronto todo se volvió caos y huida", relató un testigo de la batalla.

Desde Minas Tirith, Faramir y Éowyn contemplaron la caída de la sombra. Desde los muros de la Ciudad Blanca, vieron cómo la opresión de Mordor se disipaba y el sol brillaba nuevamente sobre la Tierra Media. "Es como si por fin hubiéramos despertado de una larga pesadilla", dijo un gondoriano.

Y en el cielo, las Águilas llegaron. Gwaihir, el Señor de los Vientos, junto con sus hermanos, descendió sobre el ardiente Orodruin y rescató a Frodo y Samsagaz, llevándolos lejos del infierno en el que habían cumplido su misión.

Así, hoy, en este 25 de marzo de 3019 de la Tercera Edad, la historia ha cambiado para siempre. Sauron ha sido derrotado. La Tercera Edad llega a su fin. Y en Gondor, este día será recordado como el primero de un nuevo año y el amanecer de una nueva era.