Dagor Aglareb
Lugar: Beleriand
Protagonistas: Elfos y fuerzas de Morgoth
Año o época: c. 60 PE
Otros nombres: Tercera Batalla de Beleriand, la Batalla Gloriosa
La tercera de las seis batallas libradas en las Guerras de Beleriand, que Elfos y Hombres libraron contra Morgoth y sus sirvientes durante el final de la Edad de los Árboles y durante toda la Primera Edad, en la zona de Beleriand.
El nombre Dagor Aglareb es sindarin y significa “Batalla Gloriosa” (de dagor “batalla”, aglar “gloria” y la terminación -eb sufijo que convierte en adjetivo a un sustantivo).
La Tercera Batalla de las Guerras de Beleriand, se libró en el año 60 de la Primera Edad.
Tras alcanzar la victoria en la Dagor-nuin-Giliath (victoria que fue muy llorada, pues en ella Fëanor halló la muerte), los Noldor se extendieron errantes por Beleriand. Por aquel entonces Finrod Felagund construyó sus mansiones de Nargothrond junto al Sirion, y Turgon, guiado por Ulmo, encontró el valle escondido de Tumladen, donde luego levantaría la ciudad de Gondolin.
Pero llegó un día en el cual Morgoth, confiado por las noticias de sus espías, decidió poner a prueba la fortaleza de los Elfos. De Angband volvieron a salir ejércitos de Orcos, y desde los campamentos de Ard-Galen comenzaron a descender hacia el sur. De igual forma que lo habían hecho en la Primera Batalla, unos entraron en Beleriand Oeste por el Paso del Sirion, y otros en Beleriand Este por las tierras que había entre la colina de Himring y las Montañas Azules (tierras que desde la llegada del hijo mayor de Fëanor recibían el nombre de Frontera de Maedhros), mientras que la hueste principal de los Orcos atacó entretanto Dorthonion. Y de nuevo Morgoth subestimó la fuerza de los Elfos.
Maedhros y Fingolfin, Rey de los Noldor desde la muerte de su medio hermano Fëanor, estaban en guardia; y mientras otros batían Beleriand para acabar con los Orcos que habían logrado penetrar desde el norte, ellos atacaron por los flancos al ejército de Morgoth que luchaba por apoderarse de Dorthonion. Los Orcos fueron barridos del campo de batalla, e incluso los que huyeron hacia Angband cayeron antes de llegar a las puertas de la fortaleza. Terminó así la Tercera Batalla de Beleriand, una gran victoria en la que no cayó ninguno de los príncipes de los Eldar, y que sería recordada en muchos cantos de los años posteriores. Por primera vez en una batalla contra Morgoth, la victoria fue absoluta.
Pero a pesar de todo, una sombra de intranquilidad se extendió sobre los Elfos, pues comprendieron que el poder de Morgoth era en verdad grande. Comenzó entonces el Sitio de Angband, y durante casi cuatrocientos años hubo paz en la Tierra Media.
Ese período de tranquilidad sólo fue roto por ocasionales escaramuzas con Orcos que lograban salir del bloqueo por el norte, por donde la fortaleza no estaba cercada. Cien años después se produjo un ataque de poca consideración contra Fingolfin, el cual fue repelido de inmediato. Y también, cuando ya habían pasado casi doscientos años desde la Dagor Aglareb, salió por vez primera Glaurung, el primero y más poderoso de los Dragones; pero todavía era joven e inexperto, y fue derrotado por los arqueros de Fingon, que lo obligó a refugiarse de nuevo en Angband. Morgoth dejó de impulsar enfrentamientos militares, y en el transcurrir de la Larga Paz, empleó sus poderes valiéndose, por el contrario, del sigilo y la traición.
Después de la derrota de Glaurung hubo paz durante otros doscientos años, y los Elfos prosperaron. Pero, cuando ese tiempo terminó, llegó la desastrosa Cuarta Batalla de las Guerras de Beleriand.