Falathrim es una palabra sindarin que significaría “Pueblo de las Falas”. También llamados Elfos de las Falas y Elfos de la Costa.
Ulmo, el señor del mar, tras escuchar las plegarias de los Vanyar y Noldor, que lamentaban su larga separación de sus hermanos Teleri, rogándole que los llevara a Aman; se presentó ante ellos para que los acompañase de regreso a las Tierras Imperecederas. Pero a Ossë, le entristecía que las voces de los Teleri ya no se escucharían en esos dominios y persuadió a algunos para que se quedaran; estos fueron los Falathrim de Círdan los que se negaron a partir, separándose de sus hermanos, formando el segundo grupo de Teleri que llegaron a Beleriand pero no embarcaron rumbo a Aman, junto con los Eglath.
Durante largos años habitaron en la costa, donde construyeron dos grandes puertos llamados Brithombar, sobre el río Brithon, y Eglarest, en la desembocadura del Nenning, donde Círdan estableció su señorío. En estos dos asentamientos cultivaron todos los conocimientos relacionados con el océano, pasando a ser el pueblo más sabio de toda la Tierra Media en todo lo que al mar se refería.
Los buques de Círdan, los primeros construidos en Beleriand, eran blancos y mágicos y podían realizar el largo viaje hasta Valinor incluso cuando la Tierra Media y las Tierras Imperecederas se distanciaron para siempre. Los barcos de los Falathrim quedaron como los únicos capaces de hacer esa prolongada travesía.
En el año 1152 de la Edad de los Árboles reapareció Elwë, ahora llamado Elu Thingol, con Melian. Unificó los pueblos élficos de Beleriand bajo el nombre de Sindar. Círdan continuó siendo el señor de Las Falas, aunque reconocía a Thingol como su Rey y ambos pueblos lucharon muchos años durante la Primera Edad contra Morgoth, el enemigo común, que extendió las sombras desde el norte.
En 1495 de la Edad de los Árboles, Morgoth regresó a Beleriand, seguido por los Noldor exiliados. El imprevisto ataque de Morgoth provocó el retroceso de Círdan hacia las costas, y los puertos de Brithombar y Eglarest fueron sitiados hasta la llegada de los Noldor.
Los Falathrim enviaron tropas para unirse a la Unión de Maedhros, pero tras el desastre de la Nírnaeth Arnoediad, muchos elfos huyeron a los puertos y buscaron refugio tras los muros de Círdan y los marineros recorrían las costas de arriba abajo y acosaban al enemigo en rápidos desembarcos. Pero al año siguiente, antes de que llegara el invierno, Morgoth envió grandes fuerzas sobre Hithlum y Nevrast, y descendieron por los ríos Brithon y Nenning, y asolaron todas las Falas y sitiaron los muros de Brithombar y Eglarest.
Los Falathrim opusieron gran resistencia, pero los Orcos llevaban consigo herreros, mineros y hacedores de fuego, e instalaron grandes maquinarias y, finalmente, quebrantaron los muros en el 474 de la Primera Edad. Entonces los puertos quedaron en ruinas y la torre de Barad Nimras fue derribada; y la mayor parte del pueblo de Círdan fue muerto o sometido a esclavitud. Pero algunos escaparon por mar en barcos hacia el sur, a la isla de Balar, junto a su señor Círdan y Gil-Galad, el hijo de Fingon, a quien su padre había enviado a los puertos después de la Dagor Bragollach. Allí construyeron un refugio para todo aquel que pudiera llegar; porque se establecieron también en las desembocaduras del Sirion, ayudando a los Elfos y Hombres de Arvernien, y allí muchas naves livianas y rápidas estaban escondidas en arroyos y aguas donde los juncos eran densos como un bosque. Allí permanecieron hasta la Guerra de la Cólera, cuando la propia Beleriand se hundió bajo las aguas durante la derrota y captura de Morgoth en su reino de Angband.
Los Falathrim se hicieron de nuevo a la mar con sus espléndidos barcos, rumbo al sur, al Golfo de Lhûn, en la tierra de Lindon, el último reino élfico de Beleriand que sobrevivió a esa gran batalla. Allí construyeron los Elfos su último puerto en la Tierra Media, que se llamó Mithlond “Los Puertos Grises’. De él zarpó el último navío élfico de las tierras mortales.