Dagor Bragollach

Lugar: Beleriand.

Protagonistas: Elfos Noldor, Sindar, Balrogs, Glaurung, Águilas, Huestes de Morgoth.

Año o época: 455 Primera Edad.

Otros nombres: Cuarta Batalla de Beleriand; la Batalla de la Llama Súbita.

La cuarta de las seis batallas libradas en las Guerras de Beleriand, que Elfos y Hombres libraron contra Morgoth y sus sirvientes durante el final de la Edad de los Árboles y durante toda la Primera Edad, en la zona de Beleriand.

El nombre Dagor Bragollach es sindarin y significa “Batalla de la Llama Súbita” (de dagor “batalla”, bragol “súbito, violento” y lhach “llama”). También llamada sencillamente Bragollach.

La Cuarta Batalla de las Guerras de Beleriand, se libró en el invierno del año 455 de la Primera Edad.

Durante los últimos años del Sitio de Angband muchos de entre los Noldor, y especialmente los hijos de Fëanor, se habían acostumbrado a vivir en paz, como si el peligro de Morgoth ya no existiese. El Rey Fingolfin sí tenía presente aquella amenaza, y era partidario de atacar Angband; pero sus pretensiones sólo eran apoyadas por Angrod y Aegnor, hijos de Finarfin. Y así, aunque por aquel entonces los Noldor eran muy poderosos, y había muchos Hombres que eran sus aliados, no lanzaron el ataque definitivo contra la fortaleza. Morgoth aprovechó esta pasividad de los Elfos, y en profundas oscuridades de Angband preparó su poderosa maquinaria de guerra.

Una oscura noche de invierno, Morgoth consideró que el momento de atacar había llegado. Como se pudo ver más adelante, su decisión fue precipitada; si hubiese esperado un poco más, podría haber destruido totalmente a los Noldor. Pero lo que ocurrió aquella noche fue que desde Thangorodrim y Ered Engrin descendieron ríos de fuego, y las praderas de Ard-Galen se convirtieron en un terreno muerto, un páramo yermo que desde entonces fue llamado Anfauglith, “El Polvo Asfixiante”. Así empezó la Cuarta Batalla de Beleriand, y allí cayeron muchos Noldor, sorprendidos por la violencia del ataque. El Sitio de Angband había caído.

En vanguardia de las fuerzas de Morgoth iba Glaurung, y tras él un ejército de Balrogs y Orcos como nunca antes se había visto. Los Noldor supervivientes y sus aliados, Elfos Grises y Hombres de las Tres Casas de los Edain, quedaron separados unos de otros, sin posibilidad de hacer frente a aquel poderoso enemigo. Gran parte de los Sindar huyeron hacia el sur; unos se refugiaron en Doriath, otros buscaron amparo en Nargothrond y en los Puertos de las Falas, y algunos incluso llegaron a Ossiriand.

Entre los Noldor fueron los hijos de Finarfin los que soportaron la mayor parte del ataque; en Dorthonion murieron Angrod y Aegnor, y junto a ellos cayó Bregolas (Caudillo de la Casa de Bëor); y también habría muerto Finrod Felagund en el Paso del Sirion, pero Barahir, hermano de Bregolas, acudió en su ayuda y lo rescató. Finrod retrocedió hasta su fortaleza de Nargothrond y, como muestra de gratitud, juró amistad eterna a Barahir y a su pueblo, aunque La Primera Casa de los Edain jamás se recuperó de las pérdidas sufridas.

Después de que cayese Dorthonion, tierra de los Hijos de Finarfin, Fingolfin logró hacerse fuerte en Hithlum, tras las alturas de Ered Wethrin por lo que ninguna tropa enemiga entró en Hithlum, si bien las fuerzas de Fingolfin a duras penas lograron defender sus fortalezas; en los combates de Eithel Sirion murió Hador Lórindol, Caudillo de la Casa de Marach (que a raíz de él, pasó a llamarse la Casa de Hador), uno de sus más fieles servidores, y con él su hijo menor Gundor.

La suerte que corrieron los hijos de Fëanor fue diversa, aunque ninguno de ellos halló la muerte en combate. Celegorm y Curufin, señores de las tierras de Himlad, retrocedieron hacia el sur cuando el Paso de Aglon fue forzado por los ejércitos de Orcos; llegaron huyendo hasta Nargothrond, y allí Finrod Felagund les dio refugio. Maedhros resistió en su fortaleza de la Colina de Himring y cerró de nuevo el paso de Aglon, evitando que los Orcos penetrasen en Beleriand por ese camino. Pero las llanuras que se encontraban al este de Himring no estaban tan bien defendidas; con Glaurung al frente, las hordas de Morgoth arrasaron la Hondonada de Maglor, (La caballería de Maglor ardió en la llanura de Lothlann, y él se retiró a Himring y luchó al lado de Maedhros), las tierras entre los brazos del Gelion y Thargelion, tierra de Caranthir, tomaron la fortaleza del Monte Rerir y contaminaron el lago Helevorn; y en su tremenda embestida, penetra ron profundamente en Beleriand Oriental. Entonces Maglor se unió a su hermano Maedhros; pero Caranthir no buscó refugio, y se unió al pueblo de los cazadores que vagaban por Beleriand. Amrod y Amras retrocedieron hasta Amon Ereb, donde resistieron ayudados por los Elfos Verdes; desde allí defendieron los bosques de Taur-im-Duinath y las tierras de Ossiriand, y los Orcos nunca entraron en ellas.

La desesperación hizo presa de Fingolfin cuando se enteró de estas trágicas nuevas, creyendo que el destino de los Noldor estaba decidido, y que las diferentes casas nunca podrían recuperarse de la derrota sufrida. Tomó entonces su espada Ringil y montó en su caballo Rochallor y, sin que nadie pudiera impedirlo, cabalgó en solitario hacia Angband. Cuando llegó ante las puertas de la fortaleza hizo sonar su cuerno de guerra, retando a Morgoth a un duelo singular. Por última vez durante las Guerras de Beleriand salió Morgoth a campo abierto; lo hizo vestido todo de negro, y en una mano llevaba un negro escudo sin blasón y en la otra blandía a Grond, “El Martillo de los Mundos Subterráneos”. Morgoth abrió grandes boquetes en la tierra intentando aplastar a Fingolfin con la maza, mas el Rey Elfo siempre esquivaba el golpe, y por siete veces logró herir al Enemigo con su espada. Pero la fatiga se apoderó de Fingolfin, y entonces Morgoth lo derribó; y aunque por tres veces intentó levantarse, Morgoth le puso el pie izquierdo en el cuello. Fingolfin, antes de morir, todavía blandió una vez más a Ringil, y de un fuerte golpe rebanó el pie de Morgoth.

Thorondor, Rey de las Águilas, rescató el cuerpo sin vida de Fingolfin y lo llevó al valle escondido de Gondolin. Allí, sobre una montaña, su hijo Turgon levantó un gran túmulo de piedras en memoria de su padre; y aquel lugar nunca fue mancillado por los Orcos.

En la primavera acabó la guerra, aunque la paz nunca volvió a Beleriand. Fingon era ahora Rey de los Noldor en Hithlum, pero pocas tierras estaban controladas por los Elfos o por alguna de las Tres Casas de los Edain. Dorthonion se había perdido, ahora se llamaba Taur-nu-Fuin, “Bosque bajo la Sombra de la Noche”, y sólo Barahir y algunos de sus fieles intentaban recuperarlo; Finrod Felagund resistía en Nargothrond, Doriath permanecía aislada tras la Cintura de Melian, y Círdan, aunque aislado, defendía los Puertos; Turgon no se vio afectado al permanecer oculto en el Reino Escondido de Gondolin.

Los ataques se iniciaron en invierno, y aunque Morgoth nunca abandonó su ofensiva después de la Dagor Bragollach, se consideró que la batalla en sí finalizó con la llegada de la primavera.

El desafío de Fingolfin a Morgoth: John Howe