La situación en Beleriand era insostenible. Morgoth acrecentaba día tras día su poder y sus ejércitos controlaban casi toda la Tierrra Media. Tan grave era la situación que Eärendil, el más poderoso marinero de los cantos, no veía esperanza alguna en la Tierra Media, y por tanto decidió ir de nuevo a Valinor para solicitar la ayuda de los Valar para que les ayudaran en su lucha contra Morgoth. Se dice que Eärendil fue ayudado por el poder del Silmaril que llevaba sujeto a la frente y en el año 542 de la Primera Edad llegó por fin a Valinor navegando en su navío Vingilot.

Eärendil fue conducido a Valimar a la presencia de los Valar por Eönwë, Heraldo de Manwë. Allí comunicó el recado de los Dos Linajes y pidió perdón para los Noldor y piedad para los Hombres y los Elfos de Beleriand que l0s ayudaron en sus penurias. Su ruego fue escuchado por los Valar, que prepararon un gran ejército para hacerle la guerra a Morgoth. Durante tres años se hicieron los preparativos para la guerra, y finalmente, en el año 545 de la Primera Edad, la hueste de los Valar llegó a las costas de Beleriand comandadas por Eonwë el Heraldo de Manwë. Se dice que Morgoth no esperaba el ataque pues pensaba que los Dioses no acudirían en ayuda de los Noldor.

El ejército de los Valar era imponente, tras sus estandartes blancos marchaban los Vanyar del pueblo de Ingwë, y aquellos de los Noldor que nunca habían abandonado Valinor y cuyo conductor era Finarfin. También contaron con la ayuda de los Teleri que enviaron marineros para tripular las naves que transportaron el ejército de Valinor por sobre el mar hacia el este, si bien ninguno de ellos puso pie en la Tierra Media y por tanto no participaron activamente en la batalla.

Sonaron las trompetas de Eönwë y Beleriand entera se estremeció con el clamor de la batalla. El encuentro de los ejércitos del Occidente y del Norte fue terrible, Morgoth concentró todo su poder en el norte de la Tierra Media pero de nada le valió. Los Balrogs y los Orcos fueron aniquilados en su mayor parte y no pudieron resistir la acometida del ejército del Oeste al que se sumaron los Padres de los Hombres, que siempre se mantuvieron fieles, al contrario que la mayoría de los hijos del pueblo de Uldor y de otros muchos llegados del este que marcharon junto a las huestes de Morgoth.

Viendo Morgoth que sus ejércitos eran arrasados lanzó un último y desesperado ataque enviando a los dragones alados. Su embestida fue terrible y el ejército de los Valar se vio obligado a retroceder, pero en el último momento, cuando la batalla parecía cambiar de signo, llegó Eärendil montado en Vingilot, y alrededor suyo todas las grandes aves comandadas por Thorondor. La batalla en los aires duró todo un día, y antes de la salida del sol, Eärendil mató a Ancalagon el Negro, el más poderoso de los dragones, que cayó sobre las torres de Thangorodrim que se quebraron junto con él. Entonces, con la salida del sol, el ejército de los Valar obtuvo la victoria, casi todos los dragones alados fueron aniquilados, y los fosos de Angband fueron vaciados, quedando Morgoth aislado y acorralado. A Morgoth se le rebanaron los pies y se le volvió a atar con la cadena Angainor, y los dos Silmarils que conservaba en la corona de hierro fueron recuperados por Eönwë.

La Guerra de la Cólera, también conocida como la Gran Batalla, acabó en el año 587 de la Primera Edad, fueron 42 años de duras batallas y como consecuencia de la furia de los adversarios grandes regiones de Beleriand se habían partido y otras se habían hundido, comenzando el anegamiento que acabó con la desaparición de casi toda Baleriand bajo las aguas del mar y el regreso de los Elfos al Oeste. La Primera Edad acabó tres años más tarde, en el año 590, con la expulsión de Morgoth al Vacío.ran Mar.