"[Con referencia a los versos de C.S. Lewis: "We were talking of dragons, Tolkien and I / In a Berkshire bar..." (Hablábamos de dragones, Tolkien y yo / En un bar de Berkshire…) Este breve poema, publicado por primera vez en Rehabilitations (1939), pág. 122, cuenta que un obrero en el bar sostiene haber visto él mismo dragones.]
(...)
"Jack dijo que hubo una conversación sobre dragones una noche y al final se oyó la voz de Brightman que decía: ‘Yo he visto un dragón una vez’. Silencio. ‘¿Dónde ha sido eso?’, se le preguntó. ‘En el Monte de los Olivos’, dijo. Volvió a sumirse en silencio y nunca antes de su muerte explicó lo que quería decir."
(J.R.R. Tolkien, Cartas, carta nº 300)
Se ha visto que los dragones aparecieron en la Primera Edad, como una creación, según se dice en los primeros textos, del propio Morgoth:
"Pero cuando la niebla se aclaró, Nienor descubrió que su galope errante la había llevado de vuelta a las orillas del Narog, y delante estaba Glómund, con el ojo clavado en ella. Terrible era, como el ojo de Morgoth, el amo que lo había creado; y mientras la obligaba a mirarlo, sobre su mente cae un hechizo de oscuridad y absoluto olvido."
(La formación de la Tierra Media, "El Quenta")
Como es sabido, Tolkien, en sus textos más antiguos, barajó la posibilidad de que Morgoth pudiera crear vida; pero con el tiempo esta idea fue desechada definitivamente, dejando esta opción sólo en manos de Eru.
Se ha de descartar que los dragones sean en origen una creación de Morgoth, aunque sí es cierto que estaban bajo sus órdenes, que los había criado y, de una u otra forma, mejorado:
"De súbito Morgoth había lanzado un gran ejército contra ellos, y con éste uno de los primeros y más poderosos de los Dragones que se criaban en sus refugios profundos y que durante largo tiempo hostigaron las Tierras del Norte de los Hombres y de los Elfos."
(La formación de la Tierra Media, "El primer "Silmarillion"")
Tal y como se puede observar, Glaurung es llamado en la mayoría de los textos de Tolkien "el Padre de los Dragones", por lo que se ha de suponer que de él descienden todos los demás:
"Al frente de ese fuego avanzó Glaurung el dorado, Padre de los Dragones, ya entonces en la plenitud de su poder..."
(El Silmarillion, "De la ruina de Beleriand y la caída de Fingolfin")
"Glomund. Nombre del gran dragón en el Quenta y los Anales de Beleriand; llamado ‘el Dorado’, ‘Padre de los Dragones’, ‘Primer Dragón’."
(La formación de la Tierra Media, "Índice")
En este último texto a Glómund, posteriormente conocido como Glaurung, no sólo se le denomina "Padre de los Dragones", sino también "primer dragón", dato que ayuda a confirmar la idea que tuvo Tolkien respecto a que este gran gusano debió ser el primero de la especie. Pero claro, para eso Glaurung tuvo que reproducirse. Y aunque no se encuentra en los textos de Tolkien ninguna referencia a hembras de dragón, sí que hay alguna acerca de su reproducción:
"Durante un tiempo, los Orcos y Dragones volvían a multiplicarse en lugares oscuros, asustaron al mundo, y en diversas regiones aún lo hacen; pero antes del Final todos perecerán gracias al valor de Hombres mortales."
(La formación de la Tierra Media, "El Quenta")
"Pero había dragones en los yermos de allende las montañas; y al cabo de muchos años cobraron fuerza, y se multiplicaron e hicieron la guerra a los Enanos y estropearon sus obras. Finalmente, Daín I, junto con su hijo segundo fue muerto a las puertas de sus estancias por un gran dragón frío."
(El Señor de los Anillos, "Apéndice A: El Pueblo de Durin")
En ambos textos se dice claramente que los dragones se multiplicaron, lo cual requiere una reproducción (siempre que se descarte la posibilidad de que fuesen "fabricados"). Y también hay otras referencias en las que se habla de la cría de los dragones, para lo cual tendrían que haber nacido antes:
"Por un tiempo otros males que había planeado o alimentado siguieron operando, aunque él no estaba; y los Orcos y los Dragones, que se criaban de nuevo en lugares oscuros, se convirtieron en nombres de terror, y llevaban a cabo malvadas acciones, como hacen aún en algunas regiones; pero antes del Fin todos perecerán."
(El Camino Perdido, "Quenta Silmarillion")
"Recuerdo la Montaña muy bien, así como las tierras que hay por allí. Y sé dónde está el Bosque Negro, y el Brezal Marchito, donde se crían los grandes dragones."
(hobbit'>El Hobbit, "Una tertulia inesperada")
Además, por si todo esto no fuera suficiente, en La Guerra de las Joyas se encuentra una referencia más clara aún:
"Y si no hubiera sido por ellos, Glaurung y su prole habrían quemado a todos los que quedaban de los Noldor."
(La Guerra de las Joyas, "Los Anales Grises")
En este texto se nombra claramente a la "prole" de Glaurung, lo que no nos deja muchas dudas al respecto: prole significa descendencia, y la descendencia sólo se consigue con la reproducción.
Por lo tanto, después de todo esto, parece quedar bastante claro que los dragones se reproducían, dato importante a la hora de poder descartar su posible origen Maia, pues parece está suficientemente demostrado que los Maiar carecían de la capacidad de reproducción.
Pero hay todavía otras evidencias con respecto a que los dragones no son de origen Maia, ya que aparte de reproducirse, los dragones tienen una etapa de crecimiento y maduración, algo que no ocurre con los Maiar:
"Una vez más, al cabo de cien años, Glaurung, el primero de entre los Urulóki, los dragones de fuego del norte, salió una noche por las puertas de Angband. Era joven y aún no se había desarrollado del todo, porque larga y lenta es la vida de los dragones, pero los elfos huyeron acobardados hacia Ered Wethrin y Dorthonion, y él corrompió los campos de Ard-galen. Entonces, Fingon, príncipe de Hithlum, cabalgó hasta el dragón junto con arqueros montados y lo rodeó con un anillo de rápidos jinetes; y Glaurung no pudo soportar los dardos, pues era aún débil su armadura, y huyó de vuelta Angband y no volvió a salir de allí en mucho tiempo. Fingon ganó grandes alabanzas y los Noldor se regocijaron; porque pocos entendieron el significado de la amenaza de esta nueva criatura. Pero a Morgoth le disgustaba que Glaurung se hubiera manifestado demasiado pronto; y a su derrota siguió la Larga Paz de casi doscientos años."
(El Silmarillion, "Del retorno de los Noldor")
Tolkien nos habla de un dragón todavía joven, que no se había desarrollado del todo; pero de este texto de El Silmarillion se pueden extraer más datos interesantes al respecto. En primer lugar, confirma la idea ya vista antes de que Glaurung es el primero de los Urulóki, o dragones de fuego, y además añade que la vida de los dragones es larga y lenta. Un dato curioso, desde luego, pues de tratarse de una criatura de origen Maia, no se hablaría de la duración de su vida, siendo como eran inmortales.
Tenían una vida finita, muy prolongada, seguramente, pero limitada; pero se desconoce el número de años que podría alargarse ésta. Ninguno de los dragones que se mencionan en las historias muere de forma natural, siempre lo hacen a manos de alguien: así sería el caso de Glaurung, muerto por la heridas provocadas por la espada de Túrin; de Smaug abatido por la certera flecha disparada por Bardo; Ancalagon, derribado por Eärendil; o Scatha, a quien dio muerte Fram hijo de Frumgar.
Glaurung, que se dice que todavía era joven cuando salió por primera vez de Angband en el año 260 P.E., ya había madurado en el momento de la Dagor Bragollach, en el año 455; y no sólo eso, sino que estaba en la plenitud de su poder. Por lo tanto, en un lapso de 195 años, Glaurung pasó de ser un dragón joven e inmaduro a estar en plenas capacidades como un dragón adulto y poderoso, lo cual confirma que la vida de los dragones es larga, y su desarrollo lento. Cuando Glaurung murió a manos de Túrin, 44 años después de la Dagor Bragollach, puede que tuviese más de 400 años; pero, ¿cuánto habría vivido de haber llegado al límite natural de su vida?: ¿1.000, quizá 2.000 años?, ¿acaso una edad entera?
Por otro lado, en los Cuentos Inconclusos aparece la siguiente cita:
"Porque por cierto no creo que este dragón sea invencible, aunque crezca con los años en fuerza y malicia. Sé algo de él. Su poder depende más del mal espíritu que lo habita que de la fuerza de su cuerpo, por grande que ésta sea."
(Cuentos Inconclusos, "Narn i Hîn Húrin")
El hecho de que se haga mención al "mal espíritu que lo habita" es a lo que se recurre para catalogar a esta criatura dentro del orden de los Maiar. Existe, además otra referencia similar en el mismo libro:
"Pero en ese momento salió Glaurung por las puertas abiertas y se interpuso entre Túrin y el puente. Entonces por el mal espíritu que lo habitaba habló de pronto y dijo: Salve, hijo de Húrin. ¡Feliz encuentro!"
(Cuentos Inconclusos, "Narn i Hîn Húrin")
De nuevo se habla aquí del "mal espíritu que lo habita"; pero, ¿quiere esto decir que el cuerpo de Glaurung estaba habitado por el espíritu de un Maia?, ¿o realmente a lo que se refiere Tolkien es que el espíritu de Glaurung estaba corrompido?, ¿acaso no existían Ucornos habitados por espíritus que podríamos considerar malignos? Realmente el hecho de que esté ocupado por un espíritu "maligno" no tiene relevancia, puesto que en Arda existen criaturas como las Grandes Águilas, o los propios Ents, que están ocupados por espíritus venidos de fuera, por espíritus "buenos", y no por ello son de naturaleza Maia.
Nos encontramos aquí con un problema de difícil solución: ¿podemos descartar de forma definitiva su origen Maia? Ciñéndose al hecho de su reproducción, y de su desarrollo y crecimiento, esto parece más que evidente. Pero entonces, ¿qué tipo de criaturas serían los dragones?... en El Silmarillion encontramos datos muy interesantes:
"Las criaturas verdes enfermaron y se corrompieron, las malezas y el cieno estrangularon los ríos; los helechos, rancios y ponzoñosos, se convirtieron en sitios donde pululaban las moscas; y los bosques se hicieron peligrosos y oscuros, moradas del miedo, y las bestias se transformaron en monstruos de cuerno y marfil, y tiñeron la tierra con sangre."
(El Silmarillion, "Del principio de los días")
"Pero en el norte Melkor cobraba fuerzas, y no dormía, pero vigilaba, y trabajaba; y las criaturas malignas que él había pervertido andaban por las tierras vecinas, y los bosques oscuros y adormilados eran frecuentados por monstruos y formas espantosas."
(El Silmarillion, "De la llegada de los Elfos y el Cautiverio de Melkor")
Como se puede ver en los textos precedentes, Melkor siempre estuvo interesado en estorbar y en dificultar los trabajos de los Valar en Arda. Desde un principio se dedicó a corromper y a pervertir tanto a las plantas como a los animales que se encontraban cerca de sus dominios, y por ello es lógico pensar que los dragones sean corrupciones de otras criaturas que en un principio no fueron malignas. Con el paso de los años el Corruptor se encargó de que estos seres se transformaran en los terribles dragones que en tiempos posteriores asolaron la Tierra Media, y no resulta descabellado el ver en estos seres una maléfica burla de las Grandes Águilas de Manwë, pues es muy probable que fueran hechos como imitación suya (del mismo modo en que los Orcos lo fueron de los Elfos o los Trolls de los Ents).
Aunque la verdad es que lo más fácil sea plantearnos que Tolkien, conocedor de muchos otros dragones de la mitología y tradiciones populares, no se molestó en definirlos como un tipo de criaturas en especial: puede que para él fueran simplemente eso, nada más que dragones. Los dragones por los que se sentía atraído desde niño.
© Las FAQ de ElFenómeno, 2003