Númenóreano

Lugar de origen o emplazamiento habitual: Númenor

Lengua o dialecto: Adunaico

Otros nombres: Dunédain, Reyes entre los Hombres, Señores del Mar

Los Númenóreanos fueron aquellos Edain obsequiados con una longevidad y sabiduría mayor que la de los otros hombres, y con la Gran isla, Númenor; por su lucha contra el Señor Oscuro, Morgoth, en La Guerra de las Joyas.

Númenor estaba dividida en diferentes regiones: Forostar, al Norte; Andustar, al Oeste; Hyarnustar, al Suroeste; Hyarrostar, al Sur; Orrostar, al Este y Mittalmar en el centro. Pero una pequeña parte de Mittalmar estaba separada de las demás y su nombre era Arandor, La Tierra del Rey. Esta fue la región más poblada en toda su historia y allí vivieron los Reyes, descendientes de elros'>Elros. Los Númenoréanos eran grandes artífices y marineros y solían viajar a La Tierra Media. Tenían trato con los Elfos de Tol Eressëa pero se les estaba prohibido pisar las Tierras Imperecederas y se dice que de entre ellos los hombres de vista más aguzada podían ver la torre de Avallonë los días de cielo despejado.El trato con los elfos les llevó a aumentar su sabiduría y poseer valioso bienes como Las Palantíri, creadas por el mismísimo Fëanor.

Eran en todo más parecidos a los Primeros Nacidos y la enfermedad no caía sobre ellos. Eran altos y tenían una luz en los ojos que recordaba las estrellas. Pero tardaron mucho en crecer en número, pues aunque sus hijos nacían más bellos que sus progenitores eran pocos los niños que nacían.

Sobre los Númenóreanos en sí, la principal característica (sobre todo hasta que cayó la sombra sobre Númenor) era, sin duda, su larga vida en comparación a los otros pueblos humanos de la Tierra Media. En efecto, el pueblo de Númenor vivía de media hasta 3 veces más de lo normal (en torno a 2 siglos o algo más), y los miembros de la Casa Real hasta 5 veces más (en torno a 4 siglos o algo menos) El ciclo vital de los Númenóreanos era bastante peculiar: al principio, crecían como los demás Hombres, pero cuando alcanzaban la plenitud, su envejecimiento pasaba a ser muy lento. En ese estado pleno pasaban la mayor parte de su vida, hasta que llegaban al llamado "fin del vigor", a partir del cual envejecían bastante rápidamente, más o menos en unos 10 años. Era entonces cuando los Númenóreanos se sentían "cansados" como los Eldar, y sentían el deseo de abandonar el mundo estando todavía con sus facultades intactas. Fue con la llegada de la sombra a Númenor cuando los Númenóreanos empezaron a aferrarse a la vida hasta que acababan muriendo por la fuerza, y, contrariamente a lo que pretendían, su miedo a la muerte se materializó en una vida cada vez más corta. Además, al principio morían en paz como si fuesen a descansar, pero en los últimos tiempos de Númenor muchas veces tuvieron muertes dolorosas y terribles. Fue entonces cuando comenzaron a crear edificaciones para conservar a los muertos, y se empezó a confundir la muerte con la Oscuridad.

Los Númenóreanos también eran muy altos respecto a las otras razas de Hombres: su altura media, que estaba en torno a los dos metros, decreció bastante con el tiempo desde el fin de la bienaventuranza de Númenor, pero aún en tiempos de la Caída hubo algunos, como Elendil ("El de la Alta Talla"), que medían aproximadamente dos metros y medio. A esto hay que añadir su excelente preparación física: en general, un Númenóreano tenía un gran aguante y mucha fuerza. Sus guerreros podían avanzar muy rápidamente aún cuando fuesen armados de la cabeza a los pies, a pesar de que estaban más acostumbrados a las batallas marítimas.

Todas estas características especiales de los Númenóreanos no dejaron de "diluirse" con el paso del tiempo tras la Caída. Había varias razones:

-Su raza se mezcló progresivamente con otras menores de la Tierra Media.

-Tenían pocos hijos. Esto contribuía más aún para la mezcla con otros pueblos, ya que de otro modo su población disminuiría.

-Sobre todo, la causa principal era la lenta retirada de los Dones de la tierra de Númenor. Ciertamente, aquella isla había sido bendecida por los Valar, mientras que en la Tierra Media la Oscuridad tenía una gran presencia.

Así, los restos del pueblo Númenóreano fueron convirtiéndose irremediablemente en Hombres normales, y el linaje sólo se conservó en los reyes y en algunos otros casos aislados, como los Montaraces del Norte.

LA NAVEGACIÓN

Curiosamente, en sus comienzos no sabían construir barcos, y de hecho llegaron a la Isla en barcos élficos. Pero pronto aprendieron de los Elfos lo básico para empezar a construir sus propias embarcaciones (lo necesitaban, puesto que los Elfos se llevaron casi todos sus barcos cuando dejaron a los Edain en Númenor).

Al principio, no se atrevían a adentrarse mucho en el mar, y fue con el paso del tiempo que mejoraron su técnica y habilidad, y crearon progresivamente barcos de mayor capacidad y solidez. Sin embargo, mientras los Númenóreanos no tuvieron la confianza necesaria para adentrarse en el mar, sólo usaban los barcos para transportar mercancías pesadas entre los distintos puertos. La gente se desplazaba entonces a caballo, motivo por el cual no había en Númenor demasiados caminos pavimentados. Para los carruajes y similares, sólo se tiene conocimiento de un camino, el más antiguo y el principal, que unía Rómenna con Andúnië y pasaba por Armenelos. Los Númenóreanos no usaron nunca caballos en sus guerras, y los que tenían eran para los mensajeros y para los cuerpos de arqueros de armas ligeras (que solían no ser Númenóreanos).

Los Navegantes se escogían de entre los pescadores, que eran de una gran importancia, ya que el alimento principal en Númenor era el pescado. No sin motivo, las ciudades más pobladas era las costeras. Un hecho importante en la navegación Númenóreana fue la creación del Gremio de los Aventureros por tar-aldarion'>tar-aldarion'>Tar-Aldarion, en el que se unieron los principales marineros de Númenor. Comentar que en Númenor existía la costumbre de colocar en la proa de los barcos que fuesen a zarpar una rama de Oiolairë (que significa "Verano Eterno"). Esta costumbre se debía a la creencia de que la rama protegía al barco en cuestión de las malas condiciones atmosféricas.

ARMAMENTO Y EJÉRCITO

Los Númenóreanos siempre hicieron armas, pero al principio se hacían muy pocas: éstas eran casi decorativas, y se fabricaban más por tradición (como sucedía con el Gremio de Forjadores de Armas) y deporte que para uso militar. La gente normal no llevaba armas en Númenor, y sólo los que llegaban a la Tierra Media llevaban alguna para ir de caza o cortar árboles; tampoco estaba bien visto ir armado a conocer gentes del extranjero. Con el descubrimiento del hierro y el cobre se pudieron fabricar más armas, y, por tanto, la habilidad de los herreros también mejoró. En aquellos tiempos de paz ya se fabricaron magníficas espadas, hachas, lanzas y cuchillos, y el Rey y gran parte de sus capitanes llevaban espada (adquiridas normalmente como herencia de familia, o como regalos entre ellos). En concreto, la espada que se le dio sucesivamente a los reyes era Aranrúth (que significa "Ira del Rey"), la espada de Thingol de Doriath. Esta era una de las heredades de la casa real, junto con el Anillo de Barahir, el gran hacha dramborleg'>Dramborleg ("Golpe Afilado") de Tuor y el arco de Bregor. Además, por tradición, al Rey se le daba una espada nueva el día en que recibía el cetro. No obstante, las armas que más renombre alcanzaron fueron los arcos Númenóreanos. Los Arqueros del Rey usaban arcos de acero hueco, y sus flechas tenían plumas negras. Sabemos también que cuando los Númenóreanos se embarcaron en sus primeras guerras, sus soldados iban totalmente equipados. Parece que estaban acostumbrados a llevar pesadas armaduras y armas; de hecho, los Númenóreanos eran de gran estatura, y por lo general tenían mucha fuerza.

Conocemos algunas tácticas que usaban: el muro de defensa (Thangail en Sindarin, Sandastan en Quenya), y la llamada punta de lanza humana (Dírnaith en Sindarin, Nernehta en Quenya). El primero era un muro de defensa de dos filas unidas, cuyos flancos podían retroceder hasta formar incluso un anillo cerrado. La segunda era una formación en cuña, usada contra enemigos en campo abierto o contra una defensa incompleta.

LA HERRERÍA

Otra artesanía importante en Númenor, y en mucho ligada a las armas y su desarrollo, era la herrería. La habían aprendido también de los Eldar, y, como en casi todo, mejoró mucho con el tiempo. Los Númenóreanos tardaron en descubrir metales en su tierra, y no había piedras preciosas en Númenor, así que durante bastante tiempo, los materiales utilizados fueron el oro, la plata y las gemas traídos por los Eldar como regalos. Aparte de armas, los herreros se convirtieron pronto en hábiles fabricantes de utensilios, adornos y joyas de todo tipo.

MEDIDAS DE LONGITUD

El cálculo Númenóreano era decimal. La medida básica era el Rangar, que era la distancia denominada "de paso cabal". Esta distancia (de unas 38 pulgadas, más o menos 96,5cm) se decía que era la longitud “del paso desde el talón postrero al dedo gordo delantero de un hombre adulto que camina de prisa pero con tranquilidad”. Por supuesto, hay que tener en cuenta la tremenda estatura de los Númenóreanos, sobretodo al principio. Cinco mil Rangar hacían un Lár, lo que equivale a unas 3 millas (aprox. 4800 metros), y por tanto, prácticamente también a una legua (4828 metros). Lár significa "descanso", ya que normalmente se hacía un breve alto tras haber recorrido esta distancia. En la época de los Dúnedain, se llamaba "talla-de-hombre" a dos Rangar, es decir, ¡1,93 cm!. Y eso a pesar de que en esa época su altura ya había disminuido. Como caso único entre los Hombres que escaparon a la Caída, Elendil (llamado, no en vano, "El de la Alta Talla") superaba esta medida en más de medio Rangar, es decir, que podía medir perfectamente ¡dos metros y medio!