Situación: cuenca del Río Grande, especialmente a los valles entre Framsburgo y las Tierras Pardas
Época:
Otros nombres:
– GEOGRAFÍA. Se conocía como Valles del Anduin a la enorme cuenca del Río Grande, especialmente a los valles entre Framsburgo y las Tierras Pardas. Tan considerable extensión, unos 160.000 kms2, que se extendían durante casi 800 kilómetros, era de origen glacial, pues su composición geológica difería bastante con la de las vecinas Montañas Nubladas, fruto de los materiales arrastrados por la actividad de glaciares, además, su característica forma de “U” corrobora esa apreciación.
Por lo demás, eran unos valles fertilizados por las aguas del Anduin, y bendecidos por un clima húmedo suave, algo más frío en el norte. Estaban poblados por numerosos árboles y pequeños bosques que se alternaban con zonas de pastos y áreas pantanosas. Algunas de las regiones más conocidas en los Valles del Anduin eran de norte a sur: La Carroca, Rhosgobel, los Campos Gladios, Azanulbizar y Lothlórien.
– HISTORIA. Los Eldar, en su Gran Viaje, tuvieron que atravesar las Montañas Nubladas, y este formidable obstáculo amedrentó a una buena parte de ellos. Los valles que se extendían a sus pies fueron morada para muchos de ellos durante miles de años. Sin embargo, las criaturas de Melkor; Orcos y Huargos, también empezaban a dispersarse por la zona, especialmente en el norte, lo que hizo que los Elfos fuesen gradualmente desplazándose a las selvas impenetrables del Bosque Verde.
Cuando el Sol se asomó por primera vez en Occidente, los Hombres despertaron en Hildórien e iniciaron a su vez una gran peregrinación hacia el oeste. El principal pueblo de Hombres que inició su viaje, era el que sería conocido como Edain, y durante su camino, se toparon con Elfos Avari y Eldar, que les enseñaron su lengua, a partir de la cual fueron desarrollando la suya propia.
Si para el 310 de la Primera Edad los Edain habían llegado a Beleriand, fechar su llegada a los Valles del Anduin podría situarse unos 100 años antes. Así que alrededor del año 200 los Edain que viajaban hacia el oeste tuvieron la misma disyuntiva que los Eldar miles de años antes; atravesar las inmensas Hithaeglir. Los Hombres de las tres primeras tribus si que lo hicieron, pero una parte de los Edain se quedó en Rhovanion. Ese contingente, que originalmente permaneció en los valles y que posteriormente empezó a dispersarse, fue la base del que surgieron diversos pueblos emparentados entre sí por raza, cultura y lengua: los Hombres del Bosque, los Hombres del Norte (de los que luego descenderían los Rohírrim), los Hombres de Valle y de Lago Largo y los Hombres de los Valles del Anduin. Estos, a su vez, se dividían en varios linajes independientes entre si, y que hablaban distintas lenguas con una base común.
Al termino de la Primera Edad, con la llegada de los supervivientes malignos de la Guerra de la Ira, las tribus más septentrionales fueron empujadas hacia el sur, y de ahí surgió una rivalidad con los Orcos que duraría para siempre. A esta se unió la que traían consigo los escasos Edain que no viajaron a Elenna, y que regresaron a sus antiguas tierras, donde se juntaron de nuevo con sus lejanos parientes.
Durante la Segunda Edad, los Hombres de los Valles del Anduin, permanecieron en sus territorios, sobreviviendo sin demasiados sobresaltos a las escaramuzas con Orcos de las Montañas Nubladas. A partir del siglo IX, aparecieron en los valles más meridionales unos “superhombres” venidos del mar, que resultaron ser parientes lejanos de los Hombres de los valles, eran los Númenóreanos, a los que se conocía como Dúnedain, que en un principio ayudaron a prosperar a casi todos sus hermanos del continente.
Pero nadie, ni Elfos ni Humanos, reparó que desde un principio, hubo un pueblo emparentado con los Hombres que, permaneció completamente escondido de ellos, y que colonizó algunos valles de la cuenca del Gran Río. Durante muchos siglos nada se supo de estas gentes que posteriormente serían de importancia capital en los acontecimientos que el destino tenía preparado para Arda.
Mientras, al final de la Segunda Edad, importantes acontecimientos se desarrollaban en la Tierra Media. Al hundimiento de Elenna siguió el establecimiento de dos reinos herederos de Númenor; Gondor y Arnor, al tiempo que el poder de Sauron se alzaba de nuevo. La Última Alianza de Elfos y Hombres se aprestó a combatirle. En el año 3434, las huestes élficas bajaron por el Gran Río ante la mirada de los nativos, algunos de los cuales se unieron a su ejército. Por esa época ya se habían establecido los Elfos en LothLórien, y, aunque durante breve tiempo, en los Campos Gladios; una buena parte de ellos se unieron a las fuerzas del rey Elfo Gil-Galad y marcharon hacia Dagorlad, donde, junto a los Dúnedain de Gondor y Arnor, habría de librarse la batalla que decidiría el sino de los Pueblos Libres.
Derrotado Sauron, la Segunda Edad dio paso a una nueva época que se presumía próspera y tranquila. Pero el Anillo de Sauron no fue destruido, y ese error fue fatal. En el año 3 de la Tercera Edad, el Anillo fue perdido en los Campos Gladios, donde cayó el rey de Arnor y Gondor; Isildur, víctima de una emboscada de los Orcos de las Montañas. Allí permaneció el Anillo Único durante milenios, hasta que su voluntad volvió a despertarse. Para los pueblos que habitaban en los Valles fueron años de relativa tranquilidad, solo rota por escaramuzas con Orcos, Huargos y algún que otro Troll. Pero a partir del año 1050, con el establecimiento de un poder maligno al sur del vecino Bosque Verde, poder que se revelaría más tarde como el mismísimo Sauron, los pueblos que vivían en los valles tuvieron que empezar a emigrar.
Los Éothéod, una rama de los Hombres del Norte que había llegado a los valles a mediados del primer milenio, emigraron de sus territorios en la cuenca superior del Anduin, hacia el norte, expulsando a los Orcos hasta el Monte Gundabad, mientras que los Beórnidas se establecieron a ambos lados de la Carroca, manteniendo el Paso Alto libre de Orcos.
En aquellos años, ese pueblo misterioso que vivía en los valles meridionales escondidos de otras razas, apareció por primera vez en los registros; eran los Hobbits, que, ya divididos en tres clanes fueron ocupando las antiguas tierras de los Éothéod. El clan de los Fuertes vivió en los Campos Gladios, los Pelosos en los valles montañosos al sur de la Carroca, y los Albos en los valles boscosos al norte. Estas fueron sus tierras ancestrales, pero para el año 1150, ya las habían abandonado; Solo una pequeña colonia permaneció en los Campos Gladios. Los primeros cinco siglos del tercer milenio vieron como, paulatinamente, las criaturas malvadas empezaban a campar a sus anchas por los valles, pero los acontecimientos se empezaron a acelerar a partir del año 2463.
En esa fecha, el Hobbit Deagol encontró el Anillo Único, que fue a parar a manos de su primo Smeagol, que poco después huyó a las Montañas Nubladas para ser convertido en la criatura Gollum. Los Orcos empezaron a descender desde el norte a partir del año 2480, y a dispersarse en los valles y en las propias Hithaeglir, donde llegaron a ocupar las antiguas Mansiones Enanas de Moria. En el 2510 un pueblo de Orientales, los Balchoth, vasallos de Sauron, invadieron Rhovanion e hicieron incursiones por los valles llegando a los Campos Gladios, terminando por expulsar a los pocos habitantes que quedaban y amenazando las fronteras de Gondor.
Los Dúnedain pidieron ayuda a sus lejanos parientes del norte, y los Éothéod descendieron hasta Celebrant donde derrotaron a los Orientales. Como recompensa les fue entregada la provincia de Calenardhon, que desde entonces pasó a llamarse Rohan, y sus habitantes Rohírrim.
Sin embargo, la amenaza de los Orcos no había sido eliminada, y en sus cubiles de las Montañas Nubladas seguían controlando las rutas de los valles y los accesos al río. Pero a finales del siglo XXVIII los Orcos cometieron el error de menospreciar el poderío de los Enanos, y en el 2790 asesinaron y ultrajaron el cadáver de Thrór, un señor Enano. Los Barbiluengos tardaron tres años en acantonar un gran ejército, pero a partir del 2793 comenzaron a arrasar, una por una, todas las guaridas de Orcos de las Hithaeglir. El encuentro final se produjo frente a las puertas de Moria, en el valle de Azanulbizar, y se resolvió con una rotunda victoria de los Enanos que mataron a casi todos los Orcos.
Pocas cosas acontecieron en los valles desde entonces hasta los días de la Guerra del Anillo; el trasiego de Enanos que iban y venían de Moria, otra vez los Orcos que empezaban de nuevo a multiplicarse, y la numantina resistencia de los Beórnidas en torno a la Carroca. Durante la guerra, los Orcos intentaron varios ataques contra Lórien, siempre lanzados desde Dol-Guldur, que fueron rechazados. Con la definitiva derrota del Señor Oscuro, el nuevo rey, Elessar, concedió los territorios de los Valles del Anduin a los Hombres de los Valles hasta los Campos Gladios, y a los Beórnidas hasta la Carroca.