Crónicas de la Tierra Media

Disfrazados con pellejos de licántropo y murciélago, Beren y Lúthien penetraron hasta el trono de Morgoth; ella durmió a la corte con su canto, él alzó el cuchillo Angrist y cortó un Silmaril de la Corona de Hierro. Al huir, el lobo Carcharoth le arrancó de un mordisco la mano que portaba la joya, y las Águilas de Thorondor rescataron a los amantes de las laderas en llamas.

Anoche, la hija de Thingol llegó a la isla-torre de Sauron acompañada del gran sabueso Huan. Con su canto derrumbó los muros, venció a Sauron, Señor de los Licántropos, y rescató a Beren, único superviviente de los cautivos. El cuerpo del rey Finrod Felagund, caído un día antes, descansa ya bajo un túmulo verde en la misma colina que él erigiera.

Tras abandonar Doriath, Beren llegó a Nargothrond y obtuvo el auxilio de Finrod, quien renunció a su corona para cumplir el juramento hecho a Barahir. Partieron con diez compañeros, mas fueron descubiertos por Sauron, vencidos en duelo de cantos y arrojados a los fosos de la Isla de los Licántropos. Allí Finrod quebró sus cadenas y, matando al lobo que venía por Beren, entregó la vida para salvarlo.

Tras conocer el amor entre Lúthien y el mortal Beren, el rey Thingol dicta un precio inaudito: sólo entregará la mano de la doncella si Beren arranca un Silmaril de la corona de Morgoth. El silencio se cierne sobre Menegroth y Beren parte, solo, hacia el Norte.

Un forastero que huye del horror del Norte cruza, sin saberlo, los velos de la Cintura de Melian y penetra en Doriath. Allí, en un claro de hayas plateadas, contempla a Lúthien danzando a la luz de la luna y la nombra “Tinúviel”. Los ruiseñores callan; las hojas tiemblan; y en los bosques junto al Esgalduin parece que el Destino ha escrito una página clave en la historia.

Barahir ha caído junto a sus once fieles en Tarn Aeluin tras la traición de Gorlim el Desdichado. Regresado de misión, su hijo Beren recupera el cuerpo de su padre, da caza a los asesinos en las fuentes del Rivil y les arrebata el Anillo que Finrod Felagund confiara a Barahir. Ahora vaga en solitario por los bosques de Dorthonion, con un juramento de venganza que lo empuja hacia las tierras de Morgoth.

En plena ruptura del Sitio de Angband, el rey Finrod Felagund fue rescatado por los hombres de Barahir en el Marjal de Serech; agradecido, juróles amistad eterna y les confió el anillo de su casa, mientras Dorthonion quedó aislada bajo la sombra de Morgoth.

El nacimiento de Beren en las lomas boscosas de Ladros asegura la continuidad de la antigua Casa de Bëor en un momento de tensa calma: el Sitio de Angband aún se mantiene, pero los vigías de Dorthonion informan de movimientos inquietos en los pasos del norte.

En el corazón del Bosque de Neldoreth, bajo la luz entrelazada de Telperion y Laurelin, ha nacido Lúthien Tinúviel: primera heredera de Doriath y fruto de la unión entre el rey sinda Thingol y la Maia Melian, un acontecimiento sin precedentes que ya hace vibrar a todo Beleriand con cantos de ruiseñor, rumores de prodigios y augurios de un futuro aún por escribir.

A lo largo de los años, el primer día de mayo ha marcado momentos decisivos en la historia de la Tierra Media. Desde la vuelta del saquehobbit a Rivendel hasta la coronación de un Rey, pasando por encuentros secretos, bodas sencillas y promesas renovadas, este día ha quedado impreso en el corazón de los Pueblos Libres.