Como todos los pueblos de los Hombres, el pueblo de Bëor vio la luz en Hildórien. Morgoth preocupado por la aparición de los Hombres, hizo que sus sirvientes controlaran a los humanos, cayendo muchos de estos pueblos bajo su influjo.
Sin embargo, la gente de Bëor, junto con el Pueblo de Hador, no se dejaron influenciar por la maldad de Morgoth, y siguieron hacia el noroeste. Los Bëorrim, pasaron el Mar de Rhûn, yendo por el camino situado al sur de este mar e instalándose al pie de las montañas situadas al suroeste del Mar de Rhûn. Algún tiempo después se reunirían con los mienbros del Pueblo de Hador, los cuales se habían instalado en los bosques situados al este del Mar de Rhûn.
Los Bëorrim eran hombres de tez blanca pero de cabellos oscuros, un poco más altos que los Elfos, de fuerte complexión física y muy habilidosos en las artes de la agricultura.
Dentro de este pueblo, los más importantes representantes fueron Bëor (que sirvió a Finrod Felagund como vasallo hasta su muerte a los noventa y tres años), Barahir (quien salvó a Finrod en el Marjal de Serech, gracias a lo que obtuvo como recompensa su anillo, que fue símbolo de la Casa de Isildur, pasando entre los descendientes de Barahir), Morwen (Madre de Túrin), Tuor (humano que entró en Gondolin y que la defendio en su caida, se casó con Idril, la hija de Tuor y junto con ella fue padre de Eärendil), Beren (hijo de Barahir, y que se enamoró de Lúthien, recuperó un Silmaril de la corona de Morgoth, regresó de entre los muertos y fue padre del Medio Elfo Dior y abuelo de Elwing de cuyo hijo descienden todos los Reyes de Númenor)
Cuentan las historias de Beleriand, que Finrod encontró el campamento de los Bëorrim en un valle en las fuentes del Río Thalos y que los hombres cantabam de felicidad por creerse libres de todo mal. Finrod esperaría a que se durmieran, para bajar al campamento y cogio un arpa y cantó una canción la cual desperto a lo hombres. Era tan bella la canción y quedaron tan admirados por Finrod que le llamaron Nçon, que significa sabio. Después de esto, Finrod se quedo durante un tiempo a vivir con los Bëorrim, estableciendo con ellos una gran amistad.
Los Elfos Verdes no se sentían seguros con la presencia de los hombres en sus tierrras, por lo que pidieron a Finrod que hablara con Bëor para que se marcharan de la región. Así fue y los hombres de la casa de Bëor, guiados por Finrod, se fueron a Estolad, asentándoses a las orillas del Río Celon. Un año después de asentarse en este lugar Finrod partió hacia sus dominios y Bëor le siguió, debido a la gran a mistad que les unía, dejando a Baran al mando de su pueblo.
Cuando las Tres Casas de los Edain decidieron partir de Estolad, los reyes de los Noldor, viendo el valor de los Hombres, les hicieron el ofrecimiento de vivir en sus tierras. Fue entonces cuando una gran mayoría de los hombres pertenecientes a la Casa de Bëor se instaló en Dorthonion y en Ladros (en las Tierras de Finarfin). Otros, sin embargo, encabezados por Bereg, decidieron volver sobre sus espaldas al no estar dispuestos a soportar más sufrimiento. Fue entonces cuando Bereg partió con un millar de Hombres no sabiéndose más de ellos, mientras que otros se fueron a Eriador.