Esta es, sin lugar a dudas, una pregunta de difícil respuesta. Disponemos de muy poca información sobre las regiones que se extendían tanto al sur como al este de la Tierra Media y ocurre que, en el mejor de los casos, tan sólo podemos imaginarnos cómo serían tales regiones basándonos en la naturaleza de sus pobladores y en los escasos fragmentos que encontramos dispersos a lo largo de la obra de Tolkien.
En muchas ocasiones nos damos cuenta de que tenemos más información de las gentes que vivían en estas regiones que de las regiones propiamente dichas. Incluso hay ocasiones en que nos tendremos que basar en relatos antiguos, donde las referencias geográficas están envueltas en un halo mítico que muchas veces es difícil desenmarañar; y lo que es todavía más difícil, realizar una traslación de tal información a la Tercera Edad es, en muchas ocasiones, prácticamente imposible.
Esta falta de información, por otro lado, es lógica, pues tenemos que tener en cuenta que Tolkien nos describió con detalle las regiones de la Tierra Media en las cuales tenían lugar los principales acontecimientos narrados en El Señor de los Anillos, dejándonos tan sólo pequeñas pinceladas de las regiones más alejadas del núcleo principal de la historia.
Del mismo modo, también podemos decir que esta escasez de información es "ilógica", pues resulta que nuestra carencia de datos afecta a ciertas regiones muy importantes, principalmente del este, donde despertaron tanto los Elfos (Cuiviénen) como los Hombres (Hildórien), encontrándonos con que deberíamos tener más datos de estos dos lugares de tan importante peso histórico en la historia de Arda.
El posible emplazamiento de estas dos regiones, Cuiviénen e Hildórien, conlleva un problema añadido: los grandes cataclismos alteraron de forma radical la fisionomía de Arda y por tanto, y debido a la escasez de información al respecto, es harto difícil dar una ubicación correcta de ambos emplazamientos en la Tercera Edad.
De todos modos vamos a intentar hacer un breve esbozo sobre estas desconocidas y enigmáticas regiones a las que se desplazaron tanto Aragorn como los Magos Azules para emprender su cruzada contra Sauron.
¿Qué hay en el sur de la Tierra Media?
En el sur encontramos una amplia región llamada Harad, que en Sindarin significa "Sur", y que se encontraba dividida en dos regiones principales: El Cercano Harad y el Lejano Harad.
Estas tierras estaban situadas por debajo de la región conocida como Harondor, también llamada Gondor del Sur, que se extendía entre los ríos Poros y Harnen, y por lo tanto vemos que el Harad estaba situado justo al sur del río Harnen. La parte sur de Gondor era una región con mucha actividad bélica ya que por esta zona era por donde se producían las invasiones de los pueblos de Harad, como referente tenemos la batalla en la que Eärnil, el Capitán del Ejército del Sur, derrotó a los Haradrim en Ithilien del Sur después de que cruzaran el río Poros a través de sus vados.
Según el Atlas de la Tierra Media (de Karen Wynn Fonstad), el Harad, tenía una extensión de poco más de 1.200.00 kilómetros cuadrados, sin embargo esta estimación nos parece un tanto exigua. Si la comparamos con las estimaciones de otros reinos que podemos encontrar en el libro de la mencionada autora, podemos comprobar que el Harad sería unas tres veces más grande que la isla de Númenor, y por consiguiente pensamos que su extensión debería ser mucho mayor puesto que el Harad comprendía también las tierras situadas por debajo de la Cintura de Arda (el Ecuador). Algo que fundamenta esta apreciación es que sabemos que Aragorn en sus viajes por el Lejano Sur (otro de los nombres dados al Lejano Harad) nos habla de extensas llanuras donde "las estrellas eran diferentes", lo cual nos indica que llegó a atravesar el Ecuador internándose en el Hemisferio Sur.
Sabemos que de esta región procedían los Haradrim, que son tristemente famosos por sus constantes guerras con Gondor y por sus alianzas con toda clase de oponentes que tuviera el imperio Gondoriano, lo que incluso les llevó a servir al propio Sauron ya que estos hombres, herederos de la corrupción de Morgoth, fueron seducidos por Sauron principalmente en la Segunda Edad y fueron usados para los maléficos propósitos del Señor Oscuro durante toda la Tercera Edad. Los Haradrim se agrupaban principalmente en tribus, y estas a su vez formaban los diferentes reinos; los conflictos entre las distintas tribus y los reinos con un componente principalmente caracterizado por los intereses territoriales debían ser frecuentes, y sin embargo, cuando llegaban los tiempos de guerra se unían todos en coalición e iban a los conflictos bélicos unidos bajo la misma bandera, haciéndoles olvidar sus anteriores disputas y convirtiéndoles en temibles rivales en combate.
De ellos sabemos que tenían el cabello negro y que su piel era oscura, sus ropajes solían ser coloridos y les gustaba engalanarse con adornos de oro. En El Señor de los Anillos vemos cómo Sméagol nos los describe, y podemos aprovechar la ocasión para saber que usaban, entre otras armas, lanzas y escudos redondos, y que solían pintarse la cara de rojo, color elegido también para teñir las puntas de sus lanzas y para los mantos con que cubrían sus cuerpos en los largos viajes que emprendían cuando estaban en tiempos de guerra.
A juzgar por su tipo de piel, y sabiendo que la Tierra Media es nuestro planeta, se puede deducir que vivían en un ambiente caluroso, seguramente de tipo desértico, aunque también podemos deducir que como esta región correspondería con Africa este ambiente árido estaría más acentuado cuanto más al sur del Harad nos encontrásemos.
De esta región también provienen los formidables Mûmakil, también llamados, por los Hobbits de la Comarca, Olifantes. Estas bestias eran como nuestros elefantes actuales, pero mucho más grandes, tan grandes que podían transportar torres de guerra en sus lomos, convirtiéndose en formidables elementos ofensivos cuando eran empleados en una contienda. Estas increíbles criaturas eran muy temidas en combate puesto que la infantería poco podía hacer contra ellos (las flechas sólo podían dañarles si se las disparaba a los ojos) y la caballería huía aterrorizada ante la sola presencia de una de estas bestias. Su existencia nos indica que en algún lugar no especificado de Harad había zonas de grandes bosques, con montes y sabanas, ya que para el desarrollo y la cría de estos animales eran necesarias unas condiciones medioambientales que no podemos encontrar en pleno desierto.
También sabemos que existían varios caminos que fueron construidos por los Gondorianos cuando los antiguos Reinos de Harad reconocían la autoridad de Gondor, hablamos del año 1050, cuando el Rey Ciryaher recibió el sobrenombre de Hyarmendacil. En esta época, Gondor, se extendía hacia el sur hasta el río Harnen, y desde allí por toda la costa de Harad hasta la península y el puerto de Umbar. Es muy probable que el principal de estos caminos, conocido como Camino de Harad, atravesara el Cercano Harad dirigiéndose hacia Umbar y hacia las regiones más al sur del Lejano Harad. Este camino fue luego usado por los ejércitos de los Haradrim para dirigirse a las guerras contra Gondor ya que por el norte, y tras cruzar el río Poros, se bifurcaba en dos direcciones: una que se dirigía hacia Pelargir y otra que se dirigía hacia Ithilien. Es muy posible que este camino tuviera las mismas características que el que se nos describe en El Señor de los Anillos, es decir, se trataría de un camino trazado en línea recta, con una calzada de adoquines y con ocasionales columnas y arcos de sólida mampostería usados como elementos embellecedores o bien para indicar las rutas, si bien es probable que los Haradrim no fueran tan cuidadosos como los Gondorianos y que por consiguiente estos caminos estuvieran en peores condiciones que los originales.
Como hemos visto antes el Harad se dividía en Cercano Harad y Lejano Harad, cada región tenía unas características propias que vamos a intentar desvelar.
El Cercano Harad es la zona más conocida de Harad y comprendía la parte norte de Harad y por tanto la región más cercana a Gondor. En los Apéndices podemos ver que en esta región se hallaba dividida en varios reinos, que incluían a diferentes tribus. Estas tribus poseían un carácter más belicoso que las del Lejano Harad ya que sabemos por las múltiples referencias a lo largo de la obra de Tolkien que se vieron involucradas en prácticamente todos los conflictos bélicos, seguramente por la proximidad geográfica con el reino de Gondor y por la influencia directa que sobre ellos podía ejercer Sauron.
Pese a la ausencia de información, y debido a la existencia de varios reinos, podemos pensar que el Cercano Harad estaba lo suficientemente poblado como para indicarnos una necesaria presencia de ríos, e incluso bosques, que permitieran la ubicación de asentamientos estables, bien en forma de ciudades o de poblados, siempre cercanos al cauce de los ríos y de las zonas boscosas que permitieran la subsistencia de sus habitantes y la implantación de diferentes formas de cultivo y ganado. Los Haradrim también criaban caballos, lo que nos indica la necesaria presencia de praderas y de pastos propicios para su cría.
Muy probablemente el Cercano Harad incluía a Umbar, si bien este puerto-fortaleza debería ser considerado como una región aparte dentro del Harad dependiendo del momento histórico en que nos encontremos ya que en muchas ocasiones nos encontramos con que Umbar es nombrado como un Reino independiente de los demás reinos que componían el Cercano Harad.
Umbar fue fundado por los Númenóreanos en la Segunda Edad, seguramente con el mismo propósito que otros puertos como el de Lond Daer, para abastecerse de la madera y los víveres con que poder realizar sus largos viajes marítimos. En el año 2280 de la Segunda Edad, Umbar, se convirtió en la principal fortaleza de Númenor en la Tierra Media y siempre fue una región de frecuentes enfrentamientos habida cuenta de la importancia estratégica que otorgaba a quien la tuviera bajo su dominio. Fue en el puerto de Umbar donde Ar-Pharazôn el Dorado desembarcó con un ejército tan poderoso que el propio Sauron se humilló ante él y donde fue tomado como prisionero. Su puerto, por tanto, debió ser inmenso, con numerosos muelles de atraque que permitieran el amarre de un elevado número de barcos de todo tipo, y es que Gimli nos cuenta, en El Señor de los Anillos, que en Pelargir se encontraba la flota principal procedente de Umbar, que estaba formada por 50 grandes barcos e innumerables embarcaciones más pequeñas, lo cual nos indica que era un puerto de enormes dimensiones.
Umbar estaba situada en una bahía dominada por un gran cabo y con un estuario cercado por tierra. Es muy probable que el estuario albergara muchos muelles en su interior pues los estuarios constituían una defensa natural contra las inclemencias meteorológicas, y es lógico que lo aprovecharan como refugio natural para sus barcos. La presencia del estuario conlleva aparejada la existencia de un río que lo forme. Es muy probable que este río fuera navegable y que comunicara Umbar con otras regiones de Harad. El gran cabo que dominaba la bahía ofrecía también una protección natural para los barcos contra los temporales que asolaban la zona y que en algunas ocasiones provocaban grandes pérdidas a quienes se atrevían a enfrentar a sus embravecidas aguas.
El Puerto de Umbar estaba dominado por un promontorio en cuya más alta colina se había levantado un gran pilar blanco coronado por un globo de cristal que fue derribado durante el segundo levantamiento del Señor Oscuro pues era conmemorativo de su derrota. En el Puerto de Umbar había grandes astilleros y seguramente una industria maderera para reparar y fabricar barcos en la que eran obligados a trabajar los esclavos capturados en las guerras.
Este puerto estaba dominado por una colina donde se edificó una inexpugnable fortaleza (en el año 2280 S.E.) que dominaba toda la bahía. Fueron muchas las guerras y los asedios que en esta ciudad se libraron y sus pobladores fueron cambiando según el momento histórico en que nos encontremos. Podemos ver que estuvo originalmente poblada por los Númenóreanos y que posteriormente se fueron sucediendo los Haradrim, los Corsarios o los Númenóreanos Negros, hasta que fue finalmente recuperada por el Rey Elessar en la Cuarta Edad.
Umbar debía ser una ciudad con una doble funcionalidad ya que era un enclave militar y también comercial, pero es que era aún más, pues era la capital de un reino de gran relieve, aunque de reducidas dimensiones. En el Atlas de la Tierra Media se otorga a Umbar, no como ciudad, sino como región, una extensión total de unos 100.000 kilómetros cuadrados, extensión lo suficientemente grande como para imaginarnos a una gran población, que conllevaría la presencia de ríos y bosques en sus alrededores para abastecer a las grandes flotas que allí se encontraban.
El Lejano Harad se encontraba situado al sur del Cercano Harad, por debajo de Umbar, y de estas tierras proceden los Hombres Negros, mencionados en El Señor de los Anillos, que parecían trolls de ojos blancos y lenguas rojas.
Es lógico suponer que esta región, que se extiende hacia el lejano sur, era de clima más caluroso y por tanto la podemos imaginar como una zona desértica, que implicaría la presencia de menos habitantes, los cuales serían de carácter eminentemente nómada o al menos suscritos al área de influencia de las fuentes de agua, seguramente en asentamientos cerca de las costas. Nos encontramos ante una enorme extensión de continente que se extendía mediante interminables llanuras y sobrepasaba la Cintura de Arda, internándose en las regiones más meridionales de Endor. Es muy probable que las condiciones climatológicas fueran haciéndose más extremas conforme nos acercamos a la Cintura de Arda y que una vez sobrepasada la misma nos encontremos con una situación inversa, llegando a encontrar zonas con climas más suaves y mayor abundancia de vegetación hasta encontrarnos con regiones desconocidas con clima tropical. Estamos ante una región virgen, con una población autóctona, no colonizada por los Númenóreanos ya que estos tan sólo tenían asentamientos en las zonas costeras que usaban como bases para sus viajes marítimos, y con una flora y una fauna, por desgracia, desconocidas.
De todos modos también había reinos en el Lejano Harad, si bien se los puede suponer de menor importancia que los del Cercano Harad. En El Señor de los Anillos podemos comprobar que tres flotas de los Haradrim partieron del Lejano Harad, lo cual nos indica la existencia de al menos tres reinos en la costa, necesariamente situados por debajo de la zona de influencia de Umbar. La presencia de menos reinos en una extensión tan grande del continente nos indica que los reinos del Lejano Harad eran mucho más grandes que los de sus vecinos del norte. De todos modos el que sean más grandes no significaba que fueran más poderosos que los del Cercano Harad pues, como hemos dicho antes, en esta región había menor número de habitantes que en el norte debido a las condiciones poco favorables para el establecimiento de los asentamientos de los Haradrim.
Estos reinos estaban localizados sobre todo en la zona costera, por lo que sus habitantes principalmente se dedicaban a la pesca y al comercio; es muy probable que hubieran rutas marítimas de carácter comercial entre estos puertos costeros y la poderosa Umbar, donde se intercambiaban las mercancías y se traficaba con esclavos de distintas procedencias. En la Segunda Edad los Númenóreanos fundaron diferentes puertos a lo largo de la costa, y conquistaron a numerosas poblaciones costeras entrando en conflicto con los Haradrim. En la Tercera Edad muchos de estos asentamientos, algunos de los cuales fueron fundados por los Númenóreanos Negros, fueron abandonados, mientras que otros fueron recuperados por los Haradrim, siendo usados como bases militares en sus guerras contra Gondor. Algunos de los líderes de los Númenóreanos Negros se convirtieron en los líderes de los Haradrim, e integraron a estos en sus ejércitos para atacar a sus parientes de Gondor.
Sabemos que al oeste del Lejano Harad se extendían las Montañas Grises. Esta extensa cordillera se extendía a lo largo de la costa y más o menos estaba situada a la misma altura que las Montañas Azules (ubicadas en el oeste de la Tierra Media), si bien es probable que los cataclismos y los desplazamientos de los continentes alteraran su ubicación original con respecto a la citada cordillera de la Tierra Media.
Al este del Lejano Harad se extendía otra gran cordillera llamada las Montañas Amarillas, aunque es muy posible que la región conocida como Las Tierras Oscuras, situada al sur y al este del continente, sea un "trozo" que se separó de Harad y que incluiría a las Montañas Amarillas. No en vano podemos observar en el Ambarkanta, Mapa V, que tal cordillera no aparece en el Harad y que la forma de esta región recuerda mucho a la de la actual Africa y por tanto es lógico pensar que la separación de las Tierras Oscuras arrastrara consigo a las Montañas Amarillas hacia el este desplazándolas de su ubicación original. A unque también es verdad que en el mencionado dibujo de Tolkien, tal cordillera tampoco aparece dibujada en las Tierras Oscuras y por ello nos encontramos con otra opción: que las Montañas Amarillas se hundieran en los mares tras la separación de los continentes.
¿Qué hay en el este de la Tierra Media?
Al este encontramos una región a la que los Dúnedain de Gondor daban el nombre de Rhûn, que en Sindarin significa "Este". Rhûn comprendía todas las tierras situadas al este del Mar de Rhûn y de la oscura y tenebrosa tierra de Mordor, que se extendían hasta el límite oriental del continente en el lejano este. Era en estas tierras donde el Vala Oröme practicaba su deporte favorito que era la caza y también donde perseguía sin descanso a los súbditos de Morgoth, siempre a lomos de su caballo Nahar y haciendo sonar su poderoso cuerno, llamado Valaróma, ante cuyo sonido huían las bestias de Morgoth.
El accidente geográfico más importante descrito por Tolkien en esta región era las Orocarni, también llamadas las Montañas Rojas, y las Montañas del Este. Esta impresionante cordillera se extendía en la parte más oriental de Rhûn, y nos sirve para emplazar dos localizaciones de enorme importancia histórica, pues en esta gran extensión de continente encontramos los antiguos emplazamientos donde despertaron los Elfos y los Hombres: Cuiviénen e Hildórien.
Cuiviénen se encontraba en la costa este del Mar de Helcar, a los pies de las Orocarni. Realmente era una bahía en la parte oriental del Mar Interior de Helcar en la que desembocaba una catarata procedente de un río que nacía en las montañas, y sabemos que los Elfos vivían al lado de la Floresta Salvaje (un bosque situado entre el Mar de Helcar y las Orocarni). El Mar de Helcar era fruto del cataclismo que se produjo tras el derrumbe de Illuin que era la lámpara situada al norte de la Tierra Media la lámpara del norte. Comentar que en la Floresta Salvaje, que probablemente era un bosque principalmente de pinos, acechaban los espías de Morgoth y que era allí donde los Elfos eran capturados y llevados a la fortaleza de Morgoth.
Sin embargo tenemos constancia de que el Mar de Helcar "desapareció" durante la Guerra de la Cólera debido a los terribles cataclismos que alteraron para siempre la forma de Arda, quedando el Mar de Rhûn como vestigio de su existencia, y de que Cuiviénen fue también destruida en el mismo cataclismo. Del mismo modo es muy probable que el propio Mar de Nûrnen, situado en la negra tierra de Mordor, sea también un vestigio del antiguo Mar Interior de Helcar.
Hildórien se encontraba al sudeste de Cuiviénen y al sur de las Orocarni. Originariamente se encontraba entre las Montañas del Viento y el Mar Oriental, pero es muy probable que tales montañas desaparecieran con el Cambio del Mundo. Al igual que pasó con Cuiviénen, Hildórien, probablemente fue destruida en la misma época.
Estamos pues ante una región que podemos considerar como la cuna de la historia de Arda ya que como hemos visto aquí nacieron por primera vez los Elfos bajo las estrellas, y en esta región aparecieron los Hombres con la primera salida del Sol. Históricamente, tal y como más tarde comprobaremos, Rhûn fue una región de continuas migraciones, pues el poder de Morgoth estaba presente en el norte y ejercía una influencia continua sobre estos pueblos que intentaban escapar de su yugo. Sin embargo muchos hombres cayeron bajo el dominio del Señor Oscuro y fueron los que en edades posteriores, y bajo el dominio de Sauron, entraron en conflicto con los Pueblos Libres de la Tierra Media.
Sabemos que Rhûn estaba habitada por multitud de pueblos invasores, y que estos pueblos fueron tradicionalmente enemigos de los Dúnedain. Entre tales pueblos, a los que genéricamente se los denomina como Hombres del Este, podemos destacar a los Orientales, a los Aurigas o a los Balchoth, que en diferentes oleadas a lo largo de distintos momentos de la historia pusieron en dificultades a los Pueblos Libres de la Tierra Media.
Estos pueblos eran de carácter eminentemente nómada, y quizá su máximo exponente estaba representado por los Aurigas. Este pueblo estaba caracterizado porque sus gentes viajaban en grandes carretas, e incluso sus capitanes combatían en una especie de carros llamados cuadrigas. Sus ejércitos estaban mejor armados que los anteriores invasores, los Orientales, y principalmente usaban la caballería.
Los Balchoth eran parientes de los Aurigas, y al igual que ellos, viajaban en grandes carros. Pero sabemos que estaban peor armados y que disponiendo de pocos caballos para la guerra suplían estas carencias con un gran número de guerreros.
Los desplazamientos de los pueblos nómadas, generalmente, están motivados y regulados por los cambios de las condiciones climáticas y por sus consecuencias en la vida animal y vegetal. Esto nos indica que las tierras de las que procedían debían tener unas peores condiciones para establecer asentamientos permanentes que las regiones del este de la Tierra Media. Seguramente que la región al este del Mar de Rhûn estaba caracterizada por el dominio de las praderas, por la escasez de bosques frondosos, y por tener un suelo de baja calidad para la agricultura, factores que favorecerían el comportamiento nómada de estas poblaciones. Este tipo de terreno explicaría también la facilidad que tenían para hacer los masivos y rápidos desplazamientos de sus ejércitos ya que un terreno eminentemente llano favorecería el avance o la retirada de sus huestes. No en vano sabemos por Aragorn que en el este se extendían interminables llanuras, dato que nos confirma lo anteriormente comentado.
Sin embargo es muy probable que en el lejano este los factores medioambientales fueran más favorables para el desarrollo de asentamientos estables ya que en Los Pueblos de la Tierra Media podemos encontrar una mención bastante reveladora sobre este aspecto: gracias a los Magos Azules se evitó que las poblaciones del este, que superaban en número a las del oeste, invadieran a los Pueblos Libres.
Así pues se puede entender que la población de Rhûn era mayor que la de la Tierra Media, lo cual implicaría la existencia de grandes asentamientos, e incluso de grandes ciudades, en el lejano este, de las cuales Tolkien nunca nos hizo mención alguna.
Pese a no tener constancia de que hubiera grandes caminos, es de suponer que había una o más vías de comunicación de importancia que conectaban las distintas regiones de Rhûn con la Tierra Media. Tales caminos eran usados para los desplazamientos migratorios de las poblaciones invasoras y para el traslado de los grandes ejércitos que solían acompañar a tales migraciones.
No debemos olvidar a la enigmática región de Dorwinion, famosa por la calidad de sus vinos, y cuya ubicación exacta, a juzgar por la nota que podemos leer en la página 37 de Las Baladas de Beleriand, se situaría en la costa noroccidental del Mar de Rhûn. La ubicación de este misterioso reino siempre ha sido objeto de numerosas discusiones ya que en otros textos se dan a entender otras ubicaciones diferentes. Sin embargo es lógico pensar que, si los vinos que se servían en el Reino de Thranduil procedían de Dorwinion, necesariamente tendría que estar situada en una región accesible al noroeste de la Tierra Media y por tanto no tendrían lógica otros emplazamientos como Tol Eressëa o el sur de Beleriand pues de tales regiones no podría proceder el preciado vino ya que su transporte sería imposible en la Tercera Edad.
De Dorwinion podemos decir que era una región soleada, de fértiles tierras, y que tenía buenas rutas de acceso para asegurar el comercio de sus famosos y cotizados vinos con las distintas regiones de la Tierra Media, siendo muy probable que usaran el cauce del río Carnen, al que se unía el río Celduin, como vía de transporte de mercancías. También sabemos que en los alrededores del Mar de Rhûn se encontraban las codiciadas Vacas de Araw, que fueron cazadas por el Vala Oromë y por Vorondil de Gondor en la Tercera Edad. Del cuerno de una de estas Vacas, abatida por Vorondil, se fabricó el Gran Cuerno que llevaban los herederos de los Senescales de Gondor.
Por último nos queda hablar de una región que no está ni al este ni al sur de la Tierra Media: la región de Khand, que se encontraba al sudeste de Mordor.
Esta región era el hogar de los Variags, también llamados Hombres de Khand, que eran aliados naturales de Sauron, y que participaron en numerosas guerras durante la Tercera Edad. Estos hombres se aliaron principalmente con los Aurigas y con los hombres del Cercano Harad en las contiendas que mantuvieron contra el Imperio de Gondor hasta que tras la Guerra del Anillo se vieron obligados a aceptar la paz propuesta por el Rey Elessar que se hizo extensible a todos los Hombres del Este, a quienes dejó marchar en libertad.
Si bien sabemos que eran parientes de los Aurigas, quizá fueran el pueblo menos nómada y más asentado de todos los pueblos del este, ya que es bastante probable que en sus tierras se produjera una continuidad de la fertilidad que encontramos en la zona sudeste de Mordor, y por tanto nos hallaríamos con unas condiciones favorables para la construcción de asentamientos estables.
Nota del autor:
El lector de este ensayo debe comprender que el autor del mismo, pese a que en algunas ocasiones y con el afán de intentar dar el máximo de información posible, cite cosas que son producto de especulaciones, por lo general se ha intentado ceñir a los textos de J.R.R.Tolkien y la obra de diferentes estudiosos de la Tierra Media
El objetivo (o la esperanza) de este ensayo es despertar la curiosidad y el afán investigador de quienes lean esto para, en un futuro, poder complementar más aún la información aquí dada y para poder, en la medida que sea posible, corregir los posibles errores que en el presente ensayo se hayan cometido.
Bibliografía empleada:
El Señor de los Anillos, Apéndices, El Hobbit, El Silmarillion, Cuentos Inconclusos, El libro de los Cuentos Perdidos, Las Baladas de Beleriand, La formación de la Tierra Media, Guía Completa de la Tierra Media, Atlas de la Tierra Media, Parma Endorion, Tolkien Enciclopedia.