Vala

Los Valar (singular vala) son aquellos de los Ainur (o espíritus nacidos del pensamiento de Ilúvatar) de mayor jerarquía que decidieron entrar en Eä para completar la visión de Ilúvatar. Como Ainur que son, no tienen una forma física ni sexo; sin embargo, por diferencias en el temperamento, algunos se consideran femeninos y otros masculinos. De esta manera tenemos que al mundo vinieron siete Valar (Manwë, Ulmo, Aulë, Námo, Irmo, Tulkas y Oromë) y siete Valier (Varda, Yavanna, Vairë, Estë, Nienna, Nessa y Vána), además de Melkor, a quien no contaban como uno de ellos.

En la mente de Eru, algunos Valar eran hermanos y otros eran parejas. Según cuenta la historia, los Valar fueron los primeros en practicar el matrimonio y transmitieron esta costumbre a los Elfos.

Matrimonios entre los Valar:
* Manwë y Varda
* Aulë y Yavanna
* Oromë y Vána
* Mandos y Vairë
* Nessa y Tulkas
* Lórien y Estë

Ulmo, Nienna y Melkor no estaban casados.

Hermanos entre los Valar:
* Manwë y Melkor
* Vána y Yavanna
* Mandos, Lórien y Nienna
* Nessa y Oromë

Los ocho Valar más grandes eran conocidos como los Aratar. Estos incluían a: Manwë, Ulmo, Aulë, Oromë, Mandos, Varda, Yavanna y Nienna. Melkor, el más poderoso de todos los Ainur, no era contado entre ellos.

Por otro lado, los hermanos Lórien y Mandos eran conocidos colectivamente como los Fëanturi, los "Señores de los Espíritus".

Los Valar participaron en la Gran Música y se enamoraron de la visión que les ofreció Ilúvatar, por lo que su trabajo en el mundo era el de llevar a cabo esta visión. Desde el principio, según los Valar creaban, Melkor hacía lo posible por destruir y quería que Arda fuera su reino, por lo que en numerosas ocasiones surgió el enfrentamiento. Los Valar, en un principio, establecieron su morada en Almaren y crearon las Dos Lámparas, que iluminaban en mundo. Sin embargo, Melkor derribó las Lámparas y arruinó Almaren, por lo que los Valar decidieron morar en Aman, levantando las Pélori, como un muro que protegiera su tierra. En Aman crearon los Dos Árboles, que iluminaban su reino.

Con el despertar de los Elfos se cumplió el sueño que tanto ansiaban los Valar y para protegerlos, decidieron llevarlos a Aman, para que moraran junto a ellos. Pero Melkor, nuevamente, aprovechando la celebración de una fiesta, llega a Aman acompañado de Ungoliant, quien envenena a los Dos Árboles. Melkor, a su vez, mata al padre de Fëanor y roba los Silmarils, lo que provocará la marcha de los Noldor, bajo el mando de Fëanor. Después de la muerte de los Árboles, los Valar crearon el Sol y la Luna, lo que trajo consigo el despertar de los Hombres.

A finales de la Primera Edad, Eärendil consiguió llegar ante los Valar y les rogó que ayudaran a los Hombres y los Elfos de la Tierra Media en la lucha contra Morgoth; y los Valar aceptaron le escucharon. Enviaron un gran ejército a Beleriand y se libró la gran Guerra de la Cólera. Se logró entonces la victoria final sobre el Señor Oscuro, quien fue nuevamente juzgado y expulsado de Arda. Y tras estos hechos, el camino a Valinor volvió a abrirse para los Elfos, tanto para los Noldor exiliados como para los Moriquendi que habitaban la Tierra Media.

Como recompensa a los Hombres, los Valar les entregaron la isla de Númenor y les otorgaron a sus habitantes y a sus descendientes sabiduría, conocimiento y longevidad. Pero a cambio les impusieron la prohibición de no viajar nunca hacia el oeste. Con el tiempo, los númenóreanos se acabaron rebelando ante esta prohibición pues envidiaban la inmortalidad de los Elfos y los Ainur. Y fue asi como Ar-Pharazôn navegó con sus ejércitos hacia Aman para reclamar la inmortalidad. Y entonces Eru intervino hundiendo la isla de Númenor para siempre en las profundidades del Mar y cambiando la faz del Mundo. Las Tierras de Aman fueron retiradas y llevadas para siempre fuera del alcance de los Hombres. A partir de este momento sólo los Elfos pueden llegar a ellas por el Camino Recto en embarcaciones especiales.

Sin embargo, Sauron sobrevivió al hundimiento de Númenor, y cuando su sombra volvió a crecer, los Valar decidieron enviar a los Istari a la Tierra Media durante la Tercera Edad, para que ayudaran a combatirlo. 

Por último, sabemos que los Valar intenvendrán en la Dagor Dagorath, cuando el mundo sea viejo y los Poderes se cansen, cuando se derrotará el Mal para siempre. El mundo se quebrará y será hecho de nuevo. Se recuperarán los Silmarils que Fëanor entregará a Yavanna, para reencender los Dos Árboles, las Montañas de Valinor se nivelarán y la luz se extenderá por el mundo. En esa luz los Dioses serán jóvenes de nuevo, y los Elfos despertarán de nuevo y se levantarán todos sus muertos, y se cumplirá el propósito que Ilúvatar designó para ellos. (El Camino Perdido).