Nirnaeth Arnoediad
Lugar: Beleriand
Protagonistas: Elfos, Hombres, Enanos y huestes de Morgoth
Año o época: 473 PE
Otros nombres: Quinta Batalla de Beleriand, la Batalla de las Lágrimas Innumerables
Según los planes iniciales, Maedhros, al frente de la hueste oriental, debía hacer salir al ejército de Angband. Entonces la hueste de Fingon, escondida en las Ered Wethrin, tenía que atacar por el oeste. La unión de Maedhros estaba, por lo tanto, formada en el este por:
– Elfos y Hombres de Himring, capitaneados por Medhros y los hijos de Bór
– Elfos y Hombres de Amon Ereb, al mando de Caranthir y los hijos de Ulfang
– Enanos (sólo se mencionan los procedentes de Belegost, al mando del rey Azaghâl)
En el oeste se encontraban:
– Elfos y Hombres de Hithlum, liderados por Fingon, Huor y Húrin
– Elfos de Falas; hombres de Brethil
– un pequeño destacamento de Nargothrond, dirigido por Gwindor
– dos Elfos de Menegroth (Mablung y Beleg)
Inesperadamente, Turgon llegó a Gondolin con una fuerza de diez mil soldados, que seguramente dobló la fuerza del grupo occidental.
Enterado de sus intenciones, Morgoth envió una hueste de orcos para provocar al ejército occidental. Enardecidas por la ira de Gwindor (que había visto como mutilaban y asesinaban a su hermano Gelmir), casi todas las tropas de Fingon, y algunas de Turgon, abandonaron las colinas sin haber recibido la orden, derrotaron a la hueste de orcos y atravesaron la Anfauglith: la compañía de Gwindor atravesó incluso las puertas y entró en Thangorodrim en tres días.
Entonces, el cuarto día de la batalla, Morgoth activó su trampa y comenzó la Nirnaeth Arnoediad. Un enorme ejército surgió por todos los lados y no sólo arredró a la hueste de Fingon, sino que la persiguió y rodeó. La mayoría de los hombres de Brethil cayeron en la retaguardia. Turgon, que acudió desde el sur, se abrió paso entre el cerco.
Maedhros, a quien un engaño había hecho demorarse cinco días, llegó por fin y atacó la retarguardia de los Orcos. La hueste oriental no llegó, sin embargo, a rescatar a Fingon, porque de Angband salió otro ejército al mando de Glaurung y Gothmog. Los balrogs, lobos y dragones de Morgoth arremetieron contra el flanco derecho de Maedhros. Al mismo tiempo el traidor Uldor cambió de bando y atacó a Maedhros por la retaguardia, mientras que por la derecha rodeaban a Maedhros otros hombres venidos de las colinas. Hostigada por tres frentes, la hueste oriental se dispersó y los dos ejércitos de la Unión no pudieron reunirse. El valor de los Enanos de Belegost conducidos por su Señor Azaghâl (que cayo durante aquel combate), que mantuvieron a Glaurung a raya, permitió su lenta retirada y posterior huida hacia Ossiriand.
Entretanto las fuerzas de Morgoth habían repelido a Turgon y estrechado el cerco contra Fingon. Así atrapado, Fingon cayó y casi todos sus hombres murieron. Perdida la batalla Húrin convenció a Turgon para que regresara a Gondolin, preservando el secreto de la ciudad escondida. Huor y Húrin formaron junto con los hombres de Dor-lómin una pared viviente en los marjales de Serech para proteger la retirada. Allí perecieron todos salvo Húrin, al cual llevaron a Morgoth para someterlo a tormento.
Las consecuencias de esta batalla fueron el fin de la oposición efectiva a la penetración de Morgoth en Beleriand. En el oeste, todo Hithlum quedó privado de sus habitantes y Himring fue abandonada lo que permitió que el flanco de Morgoth atacara el Paso del Sirion; al norte de la ciudad de Nargothrond no quedó resistencia organizada contra Morgoth en Beleriand Occidental. En el este, la dispersión de los hijos de Fëanor dejó abiertos el Aglon y el Paso de Maglor permanentemente y permitió a Morgoth destruir Thargelion y todo Beleriand Oriental al norte de Ramdal. Con excepción del reino de Gondolin, la totalidad de las tierras altas quedó en manos del enemigo.