Belegaer
Enorme océano interior, llamado también el Gran Mar Occidental, que bañaba todas las regiones conocidas desde el principio del mundo hasta nuestros días. Cuando hemos usado el termino “interior”, lo hemos hecho en contraposición a Ekkaia, el gran océano exterior que rodeaba todo el mundo, pero esta claro que como entidad, Belegaer es desde luego un gran océano y no lo que se puede entender como “mar interior”. Se formó después de la Primavera de Arda, tras el cataclismo causado por el derribo de las Lámparas por parte de Melkor. En esta época era muy estrecho, como nunca después lo fue, pero los frecuentes enfrentamientos de los Valar y Melkor, cuyos inmediatos resultados eran la modificación profunda de tierras y mares, lo fueron ensanchando, haciéndolo más profundo, y escarpando más sus costas.
Al comienzo de la Primera Edad Belegaer limitaba al norte con Helcaraxë, aunque por debajo del hielo sus aguas comunicaban con Ekkaia, al este con Endor, al oeste con Aman, mientras que al sur bañaba las tierras de Hyarmenor, a las que un estrecho separaba de Endor, por el cual se comunicaban las aguas de Belegaer y los Mares Interiores. En esta época existía un Gran Golfo entre la Tierra Media y las Tierras de Aquende; desde el final de ese golfo la distancia que había hasta Aman era de unos 3800 kilómetros, sin embargo la anchura de Helcaraxë apenas era de 160 kilómetros; en la Cintura de Arda su anchura era de 3290 kms. Como sus límites meridionales no están para nada definidos, no se puede calcular su área, aun así, manejando los datos de los que disponemos podemos calcular una extensión bastante aproximada de unos 13.360.000 kms2.
En la Segunda Edad él Gran Mar cambió bastante como consecuencia de los desastres y transformaciones geológicas que trajo consigo la Guerra de la Cólera. Una masa de tierra considerable, la isla de Elenna, emergió en medio del océano; lo que era él Gran Golfo se unió al antiguo mar interior de Helcar formando la bahía de Belfalas y sobretodo, una enorme extensión de tierras en el norte fue anegada por el mar, los hielos de Helcaraxë se quebraron y él Gran Mar se fundió abiertamente con Ekkaia. Belegaer ganó espacio a las tierras emergidas y su tamaño en esa edad podría estar en torno a los 18.980.000 kms2.
En la Tercera Edad se produjo el cambio definitivo en Belegaer. El hundimiento de Elenna y la separación de Aman de las Esferas del mundo, así como la transformación de la tierra de un planeta recto a uno curvo, modificaron de nuevo el mar. Ekkaia dejó de circundar la tierra y Belegaer se fundió con el resto de mares del planeta, aparecieron nuevas tierras en el oeste más lejos de lo que se encontró Aman en su día y poco a poco, en edades posteriores, se configuró como lo que en nuestros días conocemos como Océano Atlántico, voz que proviene de Atallantë, termino Quenya por el que se conoció a Elenna una vez hundida y que significa “La Sepultada”.
HISTORIA.
La historia del Gran Mar está, como es lógico, ligada a los pueblos que lo surcaron y que se establecieron en sus orillas, viviendo en mayor o menor medida de sus recursos. Valar, Maiar, Hombres y Elfos, todos ellos han escrito algún capítulo en ella. Belegaer, como todas las aguas, era el reino de Ulmo, pero también dominaban sobre él sus vasallos, Ossë y Uinen, del Orden de los Maiar. Los Valar cruzaron el mar al termino de la Primavera de Arda, cuando se instalaron en Aman. Oromë y Yavanna volvían con cierta frecuencia a la Tierra Media pasando por encima del océano. Posteriormente lo hicieron los Elfos: Ulmo arrancó una isla y sobre ella partieron los Eldar hacia Aman. Una parte quedó encallada cerca de la costa y fue posteriormente conocida como Balar, el resto de la isla fue conducido hacia el Oeste y frente a las costas de Aman fue anclada por Ossë transformándose en Tol Eressëa. De todos los pueblos Eldar que llegaron a Aman, fue el de los Teleri el que mayor comunión tuvo con el océano, fundando puertos importantes como Alqualondë en Eldamar, o Avallonë en Eressëa. Finalizando las Edades de las Estrellas, los Noldor de Fëanor cruzaron el mar rumbo a Beleriand a bordo de las naves tomadas a los Teleri, mientras otra hueste Noldorin, la de Fingolfin, cruzó a pie por Helcaraxë. Antes de esos acontecimientos, un grupo de Teleri que habían permanecido en la Tierra Media, se revelaron como grandes constructores de naves, eran de la nación Sindar y se les conocía como Falathrim. En los albores de la Primera Edad, estos Elfos construyeron las ciudades portuarias de Brithombar y Eglarest en las Falas, mientras que otros parientes Sindar construyeron el puerto de Edhellond en la lejana Belfalas, más allá de las Ered Luin. Los puertos de las Falas resistieron hasta el año 474, cuando cayeron en poder de los ejércitos de Melkor. Con la caída de sus puertos, Círdan, caudillo de los Falathrim, junto con otros exiliados de Gondolin y Doriath, se estableció en la Isla de Balar y en la región de Arvernien, en torno a la desembocadura del Sirion. En el 560 Tuor e Idril, reyes de Gondolin navegaron hacia Aman en la nave Eärrámë. Posteriormente partió su hijo Eärendil a bordo de su barco Vingilot, en una expedición hacia Occidente que fracasó cuando llegó a los Mares Sombríos. En el 583, con la ayuda de Ulmo, Elwing y él Silmaril, Eärendil alcanzó su meta y logró la ayuda de los Valar, que cruzaron el mar y derrotaron a Melkor definitivamente. La Segunda Edad conoció el florecimiento de una gran potencia marítima, Númenor, reino establecido sobre la isla de Elenna, levantada en medio del océano por los Valar. Durante esa edad, las naves númenóreanas señorearon, no solo Belegaer, sino todos los mares del mundo. A partir del año 600 los Dúnedain volvieron a poner pie en Endor, y desde el año 1800 iniciaron su colonización. A lo largo de toda la Segunda Edad se fundaron puertos como los de Vinyalondë (Lond Daer), Umbar o Pelargir. También los Elfos, en los comienzos de la Segunda Edad, navegaron con frecuencia por Belegaer. En el año 1, Círdan, fundó en Lindon los Puertos Grises, y los Elfos de Aman surcaron regularmente Belegaer oriental, dirigiendo sus naves desde Tol Eressëa a Númenor. A partir del 2899, tras la ruptura entre Númenor y Eldamar, la navegación élfica por Belegaer se limitó solo a los barcos que zarpaban de Edhellond, Dol Amroth, que había sido fundado por Amroth alrededor del año 730, y los Puertos Grises, y que transportaban Elfos a las Tierras Imperecederas. En la Tercera Edad Aman fue separada de los Círculos del Mundo, y se fundaron los reinos herederos de Númenor; Arnor, Gondor y los territorios de Umbar, en manos de los Númenóreanos Negros. Los Elfos de Círdan se mantenían en los Puertos Grises, ahora el único punto desde donde zarpaban los barcos a Aman a través del Camino Recto. La gran potencia marítima de la época fue Gondor, sin embargo los Corsarios de Umbar mantuvieron en jaque al reino Dunadan durante casi toda la Tercera Edad. Pelargir fue el puerto que más sufrió los ataques de los Corsarios, siendo atacado en el 1447, 1634 y en 3019. En 1447, el asedio a Pelargir se complementó con un ataque e invasión a Anfalas rápidamente rechazado. Por su parte los gondorianos conquistaron Umbar en 1448 y en 1810. En el norte, Belegaer fue tumba del último rey de Arthedain, Arvedui, al hundirse su barco y perecer ahogado en 1975. En edades posteriores los Elfos dejaron de navegar sobre Belegaer, toda vez que el último de los barcos de Círdan partió hacia las Tierras Imperecederas en algún momento de la Cuarta Edad. El Gran Mar se convirtió en un océano de Hombres y solo este pueblo ha escrito su historia hasta nuestros días.
Referencias
- El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey