Hola
#40 Respondiendo a: Findon
off-topic (FALTAN DOS FICHAS)
Yo creo que no deberías preocuparte. Seguro que lo haces estupendamente, espero.
Sólo hace falta que Aravir y Gandalf cuelguen sus fichas, antes del día 10 de febrero.
Bueno, de todas formas, si las fichas se cuelgan antes de ese día, y si dáis todos vuestra aproba...
seeee! ya voy en camino XD... ahora mismo hago mi ficha ... saludos

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En el Sur la temible Oscuridad crece
Los Reinos se enfrentan a su destino
Minas Tirith es el barco que corta la marea
La marea del destino que todo lo inunda.
Del Oeste les lleg...
#41 Respondiendo a: Aravir
off-topic (FALTAN DOS FICHAS)
seeee! ya voy en camino XD... ahora mismo hago mi ficha ... saludos
Bueno, Aravir. No hay prisa. Cuando la tengas cuélgala. Eso sí, antes del día 10. No tengas prisa, prepárala bien.
En cuanto a el Beis, te sugiero, si no te es mucha molestia, que te esmeraras un poco más en tu ficha. Creo que te has dado tanta prisa porque he dicho que podríamos empezar antes, pero te pido, por favor que la completes un poco más. Lo digo porque te falta determinar qué clase de personaje eres (un hombre numeroreáno,creo) y tus características físicas, que se te ha olvidado.
Saludos.
#42 Respondiendo a: Findon
off topic(para Beis y Aravir)
Bueno, Aravir. No hay prisa. Cuando la tengas cuélgala. Eso sí, antes del día 10. No tengas prisa, prepárala bien.
En cuanto a el Beis, te sugiero, si no te es mucha molestia, que te esmeraras un poco más en tu ficha. Creo que te has dado tanta prisa porque he dicho...
Nombre: Aravir
Aravir es un Dunadan de Eriador como cualquiera, cuando era muy pequeño su madre murió. Al tener suficiente edad, su padre le enseña lo suficiente como para convertirse en un montaraz al servicio del reino… Tras mucho esfuerzo lo logra. Desde ese momento se dedica a viajar por la antigua Eriador, conociendo a otros montaraces y realizando tareas de reconocimiento y avanzada.
Me encontraba junto a dos compañeros montaraces que conocía de mi infancia. Estábamos sentados en unos troncos de nuestro campamento, cuando apareció otro montaraz, una mujer… nos avisaba que un ejército se aproximaba a Fornost. Allí recordé, mi padre se encontraba en la fortaleza de Fornost, haciendo guardia. Sin más, partimos todos hacia Fornost lo más rápido posible.
Aspecto Físico: Mido aproximadamente 1.78 y peso 65 kilos. Soy bastante joven, mi cabello es largo y negro, mis ojos son grises.
Me visto con ropas ligeras para viajar, polainas, un peto de cuero es casi mi única protección, pero voy casi todo cubierto con un sobretodo gris oscuro, que también oculta mi rostro, aunque no suelo ocultarme cuando estoy en mi hogar, en mi hombro izquierdo hay una estrella de plata que sujeta el sobretodo, es mi único objeto de valor. Tengo un cinturón negro, algo delgado, que sostiene mis armas. Siempre hablo en voz baja (no me doy cuenta).
Personalidad: Suelo impresionarme fácilmente, siempre soy muy disciplinado y callado (al menos cuando estoy con desconocidos), parece ser que siempre estoy nervioso, llevo mis manos muy cerca de mi espada… como si todo me fuera incomodo. Suelo disfrutar de las tabernas siempre que tenga tiempo libre, antes no.
Armas: en mi cinturón se encuentra mi Anket (espada de montaraz), el cual estoy muy orgulloso de portar… además de unas tres pequeñas dagas arrojadizas.
Objetos: Llevo una cantimplora, yesca y algunas raciones. Ganzúas y materiales de trampero.
Características especiales: Soy muy bueno para viajar largas distancias a pié (no soy bueno nadando), no suelo usar caballos ni mucho menos cargar en batalla con ellos. Soy un buen rastreador y superviviente (en cualquier situación o lugar que me encuentre), por eso me convertí en montaraz. También soy buen trampero, suelo dejar trampas antes de dormir o para cazar. También tengo aptitudes para abrir cerraduras y moverme en silencio en la noche.

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#43 Respondiendo a: Aravir
Ficha
Nombre: Aravir
Aravir es un Dunadan de Eriador como cualquiera, cuando era muy pequeño su madre murió. Al tener suficiente edad, su padre le enseña lo suficiente como para convertirse en un montaraz al servicio del reino… Tras mucho esfuerzo lo logra. Desde ese momento se dedica a viajar p...
La primera: Namsis. me parece perfecto que quieras ser la discipula de un Istari. Sobre todo por que la magia no es lo mio.Y lo digo en serio. Nunca he sido mago y no tengo mucha idea de tablas de hechizos. Solo una cuestion. ¿Eres una elfa, una enana, una humana, una hobbit, o, quizas, una maia?. Es solo curiosidad. Si no quieres decirlo, por mi muy bien. Sin problemas. Quiza quieras tener algo misterioso en tu personaje. Otra cosa: ¿Deberiamos establecer turnos para ir metiendo nuestras acciones, y cuantas acciones por personaje debemos meter siguiendo las narraciones?. Es por llevar un poco de control. Por supuesto, si estas ideas no os parecen bien, pues no he dicho nada. Son solo preguntas.
#44 Respondiendo a: ulbar
Dudas y preguntas
La primera: Namsis. me parece perfecto que quieras ser la discipula de un Istari. Sobre todo por que la magia no es lo mio.Y lo digo en serio. Nunca he sido mago y no tengo mucha idea de tablas de hechizos. Solo una cuestion. ¿Eres una elfa, una enana, una humana, una hobbit, o,...
Gracias Ulbar, si no lo llegas a preguntar era un detalle que hubiera pasado por alto pues creia que lo había puesto.
Esta mujer es una humana del pueblo Dúnadan, es joven eso si. Para que tenga más logica, no voy a poner donde nacio porque al ser criada desde pequeña no lo recuerda.
Una duda que me ha surgido ahora que lo has comentado, conozco algunos hechizos, pero no se hasta que punto puedo hacer uso de ellos, es decir, ¿cuales son las limitaciones? Si hace falta que ponga lo que puedo hacer, decirmelo y si no estais de acuerdo, pues se cambia, no hay problema.
P.D. A mi me parecería bien lo de los turnos y otra cosilla se me olvido poner que aparte de la espada, lleva una daga oculta en la bota.
And the sound of his horn´s
Like a raging storm
Proudly the high lord
Challenges the doom
Lord of slaves he cries"
"No queda sino batirse"- Quevedo y Villejas
#45 Respondiendo a: Namsis
Dudas y preguntas
Gracias Ulbar, si no lo llegas a preguntar era un detalle que hubiera pasado por alto pues creia que lo había puesto.
Esta mujer es una humana del pueblo Dúnadan, es joven eso si. Para que tenga más logica, no voy a poner donde nacio porque al ser criada desde pequeña no lo rec...
Nombre: Îbal, conocido como el Huerfano o el Beis.
Personalidad: Alegre y bromista pero muy severo cuando me lo propogo, mis fuertes son la espada; y la curación. Muy sociable. Odio a los orcos y a todas las criaturas malignas.
Armamento y ropajes: Una espada numenoreána de 90cms. a 1 metro. y un arco de acero hueco (numenoreáno también). Unas flechas muy trabajadas hechas a mano y un pequeño puñal. Llevo una capa beis casi marrón y muy sucia con una capucha, una cota de malla y un sobretodo, un cinturón de cuero cocido con bolsitas también de cuero.
Historia y Físico: Tengo pelo corto y un poco de barba(muy poca) castaños, ojos marrones, a la luz con un toque verde, tez morena, pues estuve unos 10 años en Pelargir. mido 1'80 ms. Provengo de una familia Numenoreána, y vivía en un pueblo de Arnor con mis padres hasta que se fueron a hacer un viaje a Gondor cuando yo tenía unos 11 años y no volvieron de allí, cogiendo las armas de mi padre les empezé a buscar. Todavía no los he encontrado, ya no tengo esperanza supongo que habrán muerto.
Objetos: Bolsitas de cuero en el cinturon, con hierbas medicinales y cram regalo de los hombres del valle.
¿A que se nota la diferencia? bueno, espero que esta sea mejor!
#46 Respondiendo a: gandalf el beis
Ficha II
Nombre: Îbal, conocido como el Huerfano o el Beis.
Personalidad: Alegre y bromista pero muy severo cuando me lo propogo, mis fuertes son la espada; y la curación. Muy sociable. Odio a los orcos y a todas las criaturas malignas.
Armamento y ropajes: Una espada numenoreána de 90cms. a...
¡¡Vaya, me parece que ese nombre me suena de algo!!, ¿no crees, Ibal?. ¡¡Que casualidad!!. ¡¡¡JUA,JUA,JA,JA,JA!!!. Me pregunto de que me sonara a mi. ¡¡Buen nombre, se nota que tu sangre es numenoreana !!. ¡¡JA,JA,JA,JA!!. ¡¡Que no se te olvide la bebida!!
#47 Respondiendo a: ulbar
¡¡¡JUA,JUA,JA,JA,JA!!!
¡¡Vaya, me parece que ese nombre me suena de algo!!, ¿no crees, Ibal?. ¡¡Que casualidad!!. ¡¡¡JUA,JUA,JA,JA,JA!!!. Me pregunto de que me sonara a mi. ¡¡Buen nombre, se nota que tu sangre es numenoreana !!. ¡¡JA,JA,JA,JA!!. ¡¡Que no se te olvide la bebida!!
En primer lugar, me gustaría responder a Namsis, que dijo si era necesario describir sus poderes. Cuelga si quieres estos datos sobre los hechizos que puedes hacer, pero, por supuesto, tus poderes no son ilimitados, puesto que eres una aprendiz. Como hoy es día 6 de febrero, yo opino concederle la capacidad de realizar 6 hechizos, si los demás estáis de acuerdo, a lo largo de la partida, así que utilízalos sabiamente, pero podéis hacer comentarios y mejoras si lo creéis necesario.
En cuanto a la duda de Ulbar, he de decirle que en un principio colgaré la narración, y a partir de ahí vosotros introduciréis vuestra acciones en el orden que queráis. Eso sí, confío en vuestra conciencia para que no os paséis en vuesttra acciones
Saludos
#48 Respondiendo a: Findon
Respuestas
En primer lugar, me gustaría responder a Namsis, que dijo si era necesario describir sus poderes. Cuelga si quieres estos datos sobre los hechizos que puedes hacer, pero, por supuesto, tus poderes no son ilimitados, puesto que eres una aprendiz. Como hoy es día 6 de febrero, yo opino con...
A continuación paso a colgar la narración, en previsión de nuestros retrasos por poco tiempo libre para las acciones. Perdonad si el mensaje os pilla de improviso, pero quise colgarla cuanto antes para evitar imprevistos y retrasos. No tengáis prisas en escribir las acciones, lo importante es que queden bien.
Narración 1
Los bosques primaverales de Arnor parecían advertir lo que se avecinaba.
En un campamento avanzado pocas millas al este de Fornost, varios montaraces estaban sentados, descansando. Uno de ellos, Aravir, al servicio del rey de Arnor, estaba sentado en un tronco, nervioso, pareciendo advertir el peligro que se avecinaba. Sentía algo en su interior que le advertía de un peligro, pero no adivinaba cuál era. De repente, de la espesura de los árboles de detrás de él, apareció otro montaraz, cubierto con un cubretodo verde y una capucha al igual que él, y sólo se le veían los ojos, porque llevaba una banda alrededor del cuello. Aravir sacó su espada para defenderse si fuera necesario, pero el hombre que parecía ser montaraz, se quitó la banda del cuello para poder hablar con claridad.
-Soy Findon, montaraz al servicio del rey de Arnor, imagino que tú eres camarada mío.
-En efecto, mi nombre es Aravir ¿qué te pasa?
-Un gran ejército dirigido por el rey Brujo se dirige hacia Fornost.
-¿Son muchos?-preguntó Aravir.
-Miles. Tenemos que irnos. Pero antes, esperemos al resto del grupo.
-¿Resto del grupo? Si es cierto lo que dices, no podemos perder un instante.
-No sé dónde se han metido… Venían justo detrás de mí.-dijo Findon desconcertado.
Tras decir esto aparecieron varios personajes: un enano con una capucha negra y una gran hacha a la espalda, una mujer encapuchada con una túnica gris y una vara, un soldado de Arnor, armado como una unidad de infantería de Fornost, pero con una capucha beis muy sucia y un soldado de Gondor de piel curtida.
-Vamos, ya haremos las presentaciones en el camino –dijo Findon.
Emprendieron la marcha corriendo con un ritmo lento y cansino, y pronto vieron a lo lejos los muros imponentes de la ciudad de Fornost.
Llegados a este punto, la compañía relajó el paso y las presentaciones se sucedieron.
Una sombra cubría el cielo, que no ofrecía atisbo alguno del sol, a pesar de ser mediodía. La ciudad de Fornost, capital de Arnor, sin embargo, rebosaba de actividad. Miles de soldados patrullaban las murallas, entraban en las herrerías para afilar sus armas, reparaban sus escudos y armaduras, y algunos fabricaban flechas o cuidaban de los caballos.
También había en la ciudad un gran contingente de elfos y enanos, aunque no gondorianos, que estaban sin comunicación con nosotros. El rey había luchado mucho para liberar las tierras que mantenía de las fuerzas oscuras, y no pensaba dejarlas caer en las mismas manos que se las arrebataron.
La ciudad estaba muy bien situada estratégicamente: la entrada estaba flanqueada por dos precipicios que otorgaban una defensa excelente, y sus murallas eran de las más sólidas de toda la Tierra Media, ya que eran de trabajo de Númeror, famoso por su resistencia y belleza y las leyendas contaban que sus puertas resistían a cualquier fuerza que pretendiera derribarla.
Pero en estos momentos las puertas estaban abiertas, ya que el rey había llamado a todos los montaraces dúnadan a la ciudad y había pedido ayuda a elfos y enanos, y algunos todavía estaban por llegar. Por las puertas pasaba cada poco tiempo algún enano, elfo, soldado propio de la ciudad o cualquier individuo o mercenario llamado por el rey, y en ese momento la compañía pasó por la puerta, ignorados por los guardianes de la puerta, que obviaron que eran aliados. Una vez llegados a la ciudad, fueron a palacio para comunicar al rey su participación en la defensa de la ciudad y seguidamente se dirigieron a una taberna, para satisfacer su sed y conocer un poco mejor a sus acompañantes.
-Yo soy Îbal, un soldado de Arnor, venido de un largo viaje, por eso mis vestiduras están tan sucias –decía Îbal tratando de tratar conversación con el enano.-suerte que partí un poco antes de lo previsto, sino estaría por detrás de un hediondo ejército de orcos. –El enano, cuyo nombre era Miquel III, asentía con las palabras de su interlocutor.
Findon, debido a su timidez, estaba muy callado, al igual que la mujer menuda encapuchada todavía, con el rostro en penumbra, que sólo había pronunciado su nombre: Namsis. Aravir tampoco estaba muy por la labor, pero entabló una conversación animada con el soldado gondoriano, llamado Ulbar, que bebía bastante cerveza.
Bueno, eso es todo de momento, ya podéis colgar vuestras acciones cuando las tengáis listas. Sin prisas, por favor. Ah, ya decidiremos lo de los poderes de Namsis más tarde, en la próxima narración o en el foro. Si alguien necesita orientación, la acción debéis escribirla narrando vosotros la narración de arriba desde vuestro personaje, añadiendo detalles que consideréis oportuno y una pequeña continuación para darme alguna idea. Os pido que contéis la llegada al campamento de montaraces avanzado desde vuestra visión y también la conversación en la taberna, desde un punto de vista personal. Cualquier duda, preguntadla.
Saludos.
#49 Respondiendo a: Findon
CUELGO LA NARRACIÓN YA
A continuación paso a colgar la narración, en previsión de nuestros retrasos por poco tiempo libre para las acciones. Perdonad si el mensaje os pilla de improviso, pero quise colgarla cuanto antes para evitar imprevistos y retrasos. No tengáis prisas en escribir las acciones,...
Avanzamos por un tupido bosque en fila uno tras otro. Findon nos guia hasta que por fin, llegamos hasta un puesto avanzado de montaraces del norte. A mi lado, resopla Miquel III tratando de recuperar el aliento tras la carrera. Yo sonrio al oirle y mientras Findon conversa con otro montaraz le digo por lo bajo. -Recuperate, señor enano. Debemos causar una buena impresion- Miquel III me mira y en el mismo tono me replica -Ya veras tu si causo una buena impresion cuando toque destripar orcos. -Sus palabras llegan hasta los oidos de nuestros otros compañeros y no pueden evitar sonreir al oir al señor enano. En ese momento, el montaraz que hablaba con Findon se pone en pie y ,de nuevo, emprendemos una rapida marcha en direccion a Fornost guiados por ambos montaraces. El mediodia se acerca pero el cielo esta nublado,. Tras una marcha de un par de horas, ante nosotros aparecen las impresionantes puertas de la gran fortaleza de los reyes de Arthedain. Nos vamos acercando y yo sonrio pues lo que veo me complace.Namsis se percata de mi sonrisa y me dice en un susurro que casi no puedo oir - Que no te ciege el espectaculo, soldado de Gondor, frente a estos muros se levantara un poder que no puedes llegar a comprender. -Avanzamos ahora caminando, cruzamos las impresionantes puertas de Fornost y, a nuestro alrededor, se mueven innumerables guerreros de todas las razas que han venido a defender la ciudad. Dejamos las puertas atras y nos encaminamos por una amplia avenida hacia el palacio fortificado que ocupa el centro de la ciudadela. Por esa avenida nos cruzamos con compañias de soldados que marchan a ocupar sus puestos. Y yo digo en voz alta -Puede que el enemigo cuente con poderes que yo no puedo entender, pero si pretenden tomar Fornost, pagaran tal precio por su osadia que maldeciran el dia que se les ocurrio esa idea. -¡¡Bien dicho!! - Añade el señor enano.- Tambien he visto a no pocos guerreros de mi pueblo. ¡¡Si, sera una batalla gloriosa!!. -Hasta Ibal sonrie al oir a Miquel III. Solo Namsis niega en silencio con la cabeza antes de responder en un tono de voz que casi no oimos. -Espero que no descubras demasiado pronto el autentico significado de la gloria de la guerrra. Aunque creo que eso es algo que pronto descubriremos todos.- Entretanto, hemos llegado a las puertas del palacio. Findon y Aravir se giran hacia nosotros y el segundo nos dice -Hemos de ir a informar al rey del avistamiento del ejercito enemigo. Esperad un poco, por favor. -Todos asentimos al oir a Aravir y esperamos frente a las puertas del palacio a que vuelvan nuestros compañeros. Cuando lo hacen, veo que no tienen un humor muy alegre. -¡¡Vamos!!- Les digo- Debeis animaros, creedme, ocasiones para preocuparnos no nos van a faltar, debemos aprovechar estos momentos de paz que nos quedan. -El señor enano rie al oir mis palabras y añade. - ¡¡A ver!!, ¿donde hay una taberna para unos guerreros fatigados por una larga carrera?. -¡Buena idea! -Añado yo. Todos nos encaminamos hacia las puertas de nuevo. Poco antes de llegar, yo ya he localizado el edificio al que vamos por el agradable sonido que surge a traves de sus puertas. Entramos finalmente y nos sentamos todos alrededor de una mesa rectangular en unos taburetes tan bajos que son comodos hasta para el señor enano. Una preciosa tabernera se nos acerca y yo pido una ronda para todos. Tras dejar sobre la mesa unas cuantas monedas. Pronto vuelve la tabernera trayendonos el pedido. Y pronto es mi jarra la que esta vacia. Pido que me la rellenen y, tras volver a vaciarla, pido una tercera ronda. Todos mis compañeros observan divertidos mi velocidad tragando hasta que Aravir me dice - Creo que deberias bajar el ritmo Ulbar, ¿o esque vas a ocupar tu puesto en la defensa de la ciudad borracho?. -Yo rio con ganas al oir a Aravir y replico. -Tranquilo, esto es como agua para mi.- Y en ese momento interviene Findon en la conversacion. -Me pareceis todos guerreros bastante experimentados, por eso le he pedido al Rey que nos permita ocupar nuestro lugar en la defensa de la ciudad en el sector de la muralla que protege las puertas. -¡¡Bien!!- dice el señor enano el cual tambien va por su tercera jarra pero nadie se mete con el. ¡Propongo que vayamos a examinar nuestro puesto en las defensas de la ciudad.- A mi tambien me parece una buena idea -Interviene Ibal- Espero que sea un buen lugar para usar mi arco.- Tras las palabras de Ibal, todos nos levantamos y nos encaminamos hacia una de las enormes torres que protegen las puertas de la ciudad. Subimos por el interior de la torre, por una escalera de caracol, y, finalmente , salimos por una puerta lateral a una seccion de la muralla que esta situada encima mismo de las puertas. Y, desde alli, contemplamos el panorama.
#50 Respondiendo a: ulbar
Accion
Avanzamos por un tupido bosque en fila uno tras otro. Findon nos guia hasta que por fin, llegamos hasta un puesto avanzado de montaraces del norte. A mi lado, resopla Miquel III tratando de recuperar el aliento tras la carrera. Yo sonrio al oirle y mientras Findon conversa con otro montaraz...
A toda prisa, y recordando a la enorme hueste que no debían de estar a más de un día de Fornost, guiaba al grupo por el bosque, cortando con el puñal las ramas que se interponían en nuestra ruta. El grupo parecía seguirme bastante cerca, porque oía los comentarios que se decían entre ellos y sus respiraciones acaloradas. Finalmente vi la claridad tenue del sol, que aunque nublado por la oscuridad que cubría el cielo, que no traía nada bueno. Me detuve un momento al ver un fuego, pero eran por suerte camaradas míos haciendo la guardia. Salí de los árboles bruscamente, y uno de ellos sacó la espada, dirigiéndola hacia mí. Yo extendí las manos y me quité la banda que me cubría el rostro.
-Soy Findon, montaraz al servicio del rey de Arnor, imagino que tú eres camarada mío.
-En efecto, mi nombre es Aravir ¿qué te pasa?
-Un gran ejército dirigido por el rey Brujo se dirige hacia Fornost.
-¿Son muchos?-preguntó Aravir.
-Miles. Tenemos que irnos. Pero antes, esperemos al resto del grupo.
-¿Resto del grupo? Si es cierto lo que dices, no podemos perder un instante.
-No sé dónde se han metido… Venían justo detrás de mí.-dije desconcertado.
En ese momento salió de los árboles el resto del grupo. Sin tiempo para entretenernos, partimos inmediatamente hacia la ciudad de Fornost, que estaba en peligro. Cuando llegamos al llano que estaba enfrente de las murallas de Fornost, ralentizamos nuestra marcha. Todos hicieron su presentación. Finalmente llegamos a la ciudad. Los muros presentaban gran actividad, y se encontraban alrededor de 3000 efectivos de todas las razas preparándose para la batalla anunciada ya hace tiempo, pero próxima ahora. Nos dirigimos hacia el palacio del rey, en la ciudadela, y allí informé al rey sobre la cuantía y la proximidad de las tropas enemigas. Asimismo, le pedí que nos proporcionara el privilegio de proteger la puerta principal, colocándonos justo encima. El rey me concedió el permiso y dicho esto nos dirigimos fuera de la ciudadela en busca de una taberna a sugerencia de Miquel. El soldado gondoriano, Ulbar lo secundó, y ninguno de los demás puso objeción. Yo personalmente, no suelo beber mucho, pero parecía que a algunos de mis compañeros les hacía falta un trago, en especial al señor enano.
Ulbar localizó una enseguida, y el grupo se rió por la rapidez con que había dado con ella. Nos sentamos a una mesa de taburetes bajos y muy cómodos, y antes de pedir una ronda para todos, Ulbar se me adelantó con una rapidez que sorprendía, invitándonos a todos a una ronda. Yo no hablé casi nada, sólo hice algún comentario, ya que prefiero escuchar a ser escuchado. Los compañeros bebían, sobre todo Ulbar y Miquel III, que parecían beber agua en vez de cerveza. Yo sólo tomé dos jarras, ya que no suelo beber mucho. Aravir reprendió a Ulbar, para que bebiera con más tranquilidad, pero éste seguía casi inmune a los efectos.
Tras muchas risas y casi dejar sin provisiones de cerveza a la hermosa tabernera, le comuniqué a los compañeros mi petición al rey de ocupar la parte de la muralla encima de la puerta. Ellos respondieron con vítores y alguien sugirió ir a nuestro puesto en la defensa, y todos dimos la aprobación. Nos encaminamos hacia la parte superior de la puerta a través de unas torres imponentes. Subimos a lo alto de la muralla y yo me apoyé al parapeto diciendo:
-¡Menuda vista! Desde aquí el tiro es bueno, ¿verdad, Îbal? –pregunté al único compañero que tenía arco. Era un arco de un gran detallismo, y era de acero hueco, a diferencia del mío, que era de madera.
-Por supuesto. Desde aquí los enemigos pensaran que Eru ha dejado caer una flecha desde lo alto.
Y no era para menos. La puerta era de 25 metros de ancho y altura por 40 de largo, de bronce, y realizada por los artesanos de Númeror, al igual que las murallas. Eran pasadas dos horas del mediodía, y a todos nos rugía el estómago, pero ninguno quería abandonar el puesto por si el enemigo hacía acto de presencia. Bajamos a el comedor de los cuarteles a comer, y una vez hartos, subimos de nuevo a nuestros puestos. Miquel III sacó su pipa y empezó a lanzar anillos de humo al aire, sentado en un taburete. Yo subí una bala de paja de la caballeriza y me puse a afinar la puntería con el arco, acompañado de Îbal y de Aravir, que llevaba dagas arrojadizas. Namsis estaba recostada al parapeto mirando al horizonte, y Ulbar, por su parte, se sentó junto al enano y entabló conversación con él, compartiendo con él su cantimplora de vino. Todos parecíamos tranquilos, sin saber la envergadura de lo que se avecinaba.
#51 Respondiendo a: Findon
Acción
A toda prisa, y recordando a la enorme hueste que no debían de estar a más de un día de Fornost, guiaba al grupo por el bosque, cortando con el puñal las ramas que se interponían en nuestra ruta. El grupo parecía seguirme bastante cerca, porque oía los comentarios que se decían entre ellos y...
Después de un largo viaje de Pelargir hasta Arnor, voy detrás de Findon, el montaraz, en un tupido bosque. Voy pensando en mis cosas en silencio hasta que, el señor enano, como no, rompe el silencio resoplando. Algo le habrá dicho el soldado de Gondor porque comenta algo así como:
-Ya veras tú si causo una buena impresión cuando toque destripar orcos.
Sus palabras llegan hasta mí y no puedo evitar sonreír. Después de eso tenemos una larga caminata hasta Fornost. Tenemos un paseo de unas dos horas. Después de dicho tiempo aparecen las imponentes puertas hechas por mis antepasados. Hay montones de guerreros de todas las razas dentro de la fortaleza, yendo de un lado para otro.
-¡Parece que la gente está muy ajetreada!-comento
- Sí, porque se avecina un gran poder hacia nosotros…- me responde alguien no llego a coger bien quien lo ha dicho, pero no importa.
Ahora vamos a una avenida que lleva al edificio que ocupa el centro de la ciudadela. Por esa avenida nos cruzamos con compañías de soldados que marchan a ocupar sus puestos. Y Ulbar dice: Puede que el enemigo cuente con poderes que yo no puedo entender, pero si pretenden tomar Fornost, pagaran tal precio por su osadía que maldecirán el día que se les ocurrió esa idea. -¡¡Bien dicho!! - Añade el señor enano.- También he visto a no pocos guerreros de mi pueblo. ¡¡Si, será una batalla gloriosa!! No puedo evitar reír al oír tal comentario.
-Tú y yo estamos destinados a ser buenos amigos maese Astalafremiquel…
- Espero que no descubras demasiado pronto el autentico significado de la gloria de la guerra. Aunque creo que eso es algo que pronto descubriremos todos.- dice Namsis, me parece que se ha dirigido al señor enano pero me parece algo mejor callarse.
Ya hemos llegado a las puertas del edificio y Aravir y Findon nos dicen: Hemos de ir a informar al rey del avistamiento del ejército enemigo. Esperad un poco, por favor. -Todos asentimos al oír a Aravir y esperamos frente a las puertas del palacio a que vuelvan nuestros compañeros. Cuando lo hacen me parece que vienen muy poco contentos.
-¡¡Vamos!!- Les dice Ulbar- Debéis animaros, creedme, ocasiones para preocuparnos no nos van a faltar, debemos aprovechar estos momentos de paz que nos quedan. -El señor enano ríe al oír sus palabras y añade. - ¡A ver! ¿Donde hay una taberna para unos guerreros fatigados por una larga carrera?
-¡Buena idea! –Vuelve a decir Ulbar.
Ya “vamos” en busca de una taberna, cuando llegamos todos nos sentamos alrededor de una mesa rectangular.
-¡Estos taburetes son bajos pero también son muy cómodos hasta para el enano!
-Grrrrrr!-gruñe el enano.
-¡Bueno perdone usted! Para el ¡señor! Enano.-Yo y Ulbar reímos por el comentario cuando se nos acerca una tabernera.
-¡Una ronda de cerveza para todos!-le pide Ulbar.
Para cuando yo sólo he bebido media jarra de cerveza Ulbar y el señor enano ya van por la tercera hasta que Aravir le dice (a Ulbar) - Creo que deberías bajar el ritmo Ulbar, ¿o es que vas a ocupar tu puesto en la defensa de la ciudad borracho?
-Tranquilo, esto es como agua para mí.- replica Ulbar.
Entonces interviene Findon: -Me parecéis todos guerreros bastante experimentados, por eso le he pedido al Rey que nos permita ocupar nuestro lugar en la defensa de la ciudad en el sector de la muralla que protege las puertas. -¡¡Bien!!- dice el señor enano el cual también va por su tercera jarra pero nadie se mete con el. ¡Propongo que vayamos a examinar nuestro puesto en las defensas de la ciudad.- A mi también me parece una buena idea- intervengo yo.- Espero que sea un buen lugar para usar mi arco.
Después de mis palabras nos levantamos de la mesa y nos dirigimos hacia una de las gigantescas torres que guardan las puertas d la fortaleza, después de subir las escaleras de caracol llegamos arriba allí contemplamos como una horda de orcos, trolls etc. se dirige hacia nosotros,
-¡Enseguida vuelvo!- comento.
Bajo las escaleras de caracol y pregunto al primer soldado que pasa:
-¡Oiga! ¿Donde podría encontrar material para hacer unas saetas?
-Al final de la calle hay un almacén, allí encontrarás lo necesario, voy hacia el edificio señalado allí hay, no solo material para flechas es además una armería y un al almacén de comida, cojo unos cuantos palos, plumas, cuerda… también cojo un puñal y una cantimplora llena de cerveza… bueno no, mejor dos!! (una para Ulbar y otra para Miquel, el puñal me lo quedo yo)
Aquí mi acción en vuestras acciones podéis poner tranquilamente que vuelvo enseguida o que tardo mucho o lo que sea.
#52 Respondiendo a: gandalf el beis
Accion
Después de un largo viaje de Pelargir hasta Arnor, voy detrás de Findon, el montaraz, en un tupido bosque. Voy pensando en mis cosas en silencio hasta que, el señor enano, como no, rompe el silencio resoplando. Algo le habrá dicho el soldado de Gondor porque comenta algo así como:
-Ya veras...
Perdonad por el fin de mi acción, no había leído la de findon, esto último de que me voy en busca de material no sirve OK? Lo siento.
#53 Respondiendo a: gandalf el beis
Off-topic
Perdonad por el fin de mi acción, no había leído la de findon, esto último de que me voy en busca de material no sirve OK? Lo siento.
Bueo, yo no veo ningun problema, el a podido ir a por algo que os sirve de diana, y tu a por diferente material. Y a por la cerveza, claro. Je,je,je
#54 Respondiendo a: ulbar
Off-topic
Bueo, yo no veo ningun problema, el a podido ir a por algo que os sirve de diana, y tu a por diferente material. Y a por la cerveza, claro. Je,je,je
- ¿A sí? - me pregunta la bonita mujer que tengo delante.- ¿Y quién te hizo esta otra cicatriz, Miquel? ¿También fue el Malvado Conde?
- Oh, no, preciosa. - le respondo yo - esta me la hizo un dragón justo antes de que le cortara el cuello.
- ¡¡Uau!! No sabía que fueras tan fuerte....
- Bah no es nad....
.....¡¡ENANO!! - me interrumpe el tío calvo de siempre - ¡¡Te dije que no quería verte más por aquí hasta que no me pagues!!
- Deberías saber que yo no pago a los timadores. ¡¡Esa mujer es un hombre!!
- ..... no. Hoy he venido acompañado de unos amiguitos. - abre la puerta del todo y veo a tres hombres armados con espadas y escudos.- Recuerdo lo de la última vez, por eso traigo hoy más amigos.- ya decía yo...
- Señora...- la saludo haciendo una reberencia y salto por la ventana.
Por suerte caigo en un barril bastante grande de agua, el cual destrozo por completo y empiezo a correr todo lo que mis piernas me permiten. No tardan en atraparme, agarro mi hacha Mithral con ambas manos y empiezo a batirme con ellos. Podría vencerles fácilmente, recibí grandes entrenamientos en el palacio de mi padre, pero al fin y al cabo esas son buenas personas.... Y la batalla nos lleva a un ´desfiladero:
- Bueno, señores, me despido.
Y me dejo caer y voy dando vueltas y vueltas hasta que llego al suelo. Me levanto, me quito el polvo y susurro:
- Bueeeno, menos mal que soy de Erebor.
Y el destino quiso que unos ojos contemplaran semejante espectáculo:
- Me llamo Findon, si quieres luchar por la paz, únete a mi.
- Vale, esta tarde tengo libre.
Poco a poco encontramos el resto del grupo, hasta llegar al puesto avanzado de Aravir. Tras algunas charlas y comentarios, emprendemos el camino de nuevo y tras dos horas de cansancio absoluto, llegamos a la ciudad.
- Espero que valga la pena- murmuro por mis adentros.
Entramos en la ciudad tras dar un paseo, vajamos a una taberna. Me estaba muriendo de sed, le insistí varias veces a Findon.
Al fin llegamos.... nos sentamos en una mesa rectangular y todos pedimos una cerveza. Al tiempo que los demás empiezan dar el primer sorbo, yo ya voy por la tercera ronda, junto con Ulbar. Aravir le pide que frene un poco pero no se fija en mi, que estoy a su altura. Finalmente, y tras haber conversado alegremente y habernos conocido un poco entre nosotros, salimos de la taberna y subimos a nuestros puestos.
Me alejo un poco del grupo para coger un taburete y sentarme. Nos encontramos justo encima de la gran puerta, y yo me coloco al lado de la torreta de la derecha de esta. Saco mi pipa y medito unos minutos, entonces llega Ulbar y se sienta a mi lado. Entablamos un convresación sobre las posibles estrategias de defensa. Cae la noche y seguimos en nuestros puestos; los soldados Arnorianos han preparado una ingeniosa estrategia. La gran mayoría se ha quedado dentro las murallas, distribuidos entre las murallas, las plazas y las calles. Pero muchos cientos han ido unaa millas por detrás de la ciudad, en caso de que la muralla fallase. Y tambien muchos montaraces se han infiltrado en los bosques, para flanquear al enemigo....
Y esto es todo, espero que sirva.
Saludos
por favor, llevadme a un bar.
Yo no me encuentro nada bien,
Llevadme a mí también.
Sé de un lugar donde hacen una poción
que da fuerza al espíritu, enaltece el corazón.
¡¡Alza tu cerveza, brinda por la libertad, bebe y vente de fiesta, el infierno es este bar!!
#55 Respondiendo a: lo Miquel III
Accion
- ¿A sí? - me pregunta la bonita mujer que tengo delante.- ¿Y quién te hizo esta otra cicatriz, Miquel? ¿También fue el Malvado Conde?
- Oh, no, preciosa. - le respondo yo - esta me la hizo un dragón justo antes de que le cortara el cuello.
- ¡¡Uau!! No sabía que fueras tan fuerte....
- B...
El mismo extraño silencio que reinaba en el bosque seguía latente para cuando llegaba, junto a otros compañeros, hasta un puesto avanzado de mostarazes. Mientras Findon intercambaiba unas rapidas palabras con otro montaraz, echho un rapido vistazo a los demás hombres del campamento que descansaban envueltos en sus capas, al mismo tiempo que ptros conservaban con sus compañeros en voz baja.
En ese momento llega hasta mis oídos la contestación del enano por algo que le había dicho el soldado de Gondor, y mientras distingo la misma sonrisa divertida en los rostros de mis compañeros, comenzamos a seguir de nuevo a Findon y al otro montaraz, que éste llamo Aravir, a buen paso.
Dejando atrás el linde del bosque, penetramos por las grandiosas puertas de la fortaleza Fornost. Enseguida nos cruzamos con otros grupos de hombres que marchan por las calles. El gran contingente de elfos permaneciían juntos y hablando entre ellos, al tiempo que caminabamos por una ancha avenida.
Pese a lo que se muestra ante mis ojos, no puedo evitar poner una mueca bajo las sombras de mi capucha que se mantiene tras las últimas palabras con Ulbar.
Tras el regreso de Findon y Aravir, nos dirigimos a una taberna, donde antes de que me diera cuenta ya tenía una jarra frente a mi, mientras Ulbar y Miquel III, terminaban de un trago la suya. Después de unos momentos de charlas y risas, imito a mis compañeros levantandome para subir a nuestros puestos, dibujando una sonrisa cuando recuerdo las palabras de mi mentor cuando me disponía a partir.
" Valientes y vigorosos serán los corazones que te roden. Incluso cuando no les queden fuerzas seguirán levantando sus armas para luchar. Recuerda que la oscuridad que acompaña a la noche no durará siempre, aunque quizás a vosotros os parezca eterna"
Cuando cae la noche, una larga fila de arqueros ya esta preparada a la largo de la muralla y todos ocupan firmemente sus puestos. Sin embargo la espasa masa de nubes que se ha mantenido durante todo el día continua presente en los cielos, ocultando las estrellas, y un viento frío sopla desde el norte...
And the sound of his horn´s
Like a raging storm
Proudly the high lord
Challenges the doom
Lord of slaves he cries"
"No queda sino batirse"- Quevedo y Villejas
#56 Respondiendo a: Namsis
Accion
El mismo extraño silencio que reinaba en el bosque seguía latente para cuando llegaba, junto a otros compañeros, hasta un puesto avanzado de mostarazes. Mientras Findon intercambaiba unas rapidas palabras con otro montaraz, echho un rapido vistazo a los demás hombres del campamento que desc...
No, Ibal, el fin de tu acción está bien, el único fallo es que te has saltado la parte en la que tú, Aravir y yo practicamos puntería, con una bala de paja que traigo yo. Pero tras eso, tú puedes bajar a por el material que has dicho sin problema. Sólo te pido que leas las acciones de los demás más detenidamente, pero no pasa nada en absoluto. Por cierto, ¿por qué tienes tanta prisa en combatir? Has mencionado a la horda de enemigos antes de lo previsto, no tenía pensado incluirlos hasta la próxima narración.
Nada más.
Saludos, ah, y que no se te olvide la cerveza, je je.
#57 Respondiendo a: Findon
Off-topic
No, Ibal, el fin de tu acción está bien, el único fallo es que te has saltado la parte en la que tú, Aravir y yo practicamos puntería, con una bala de paja que traigo yo. Pero tras eso, tú puedes bajar a por el material que has dicho sin problema. Sólo te pido que leas las acciones de los...
Empecé a correr por el bosque, de vez en cuando me detenia para ver una que otra huella , algunas ramas quebradas, etc... despues llegué al campamento, mis compañeros se encontraban alli, todos silenciosos parecian siempre escuchar al bosque...
- Ya estoy aqui, no hay nada sospechoso...- les decia mientras me sentaba en un tronco viejo.
Uno de mis mejores amigos me respondia mientras se cubria con la capa -No te preocupes, no se ven orcos aún... eres buen rastreador, pero dare una segunda vuelta en un rato mas, solo para asegurarnos-
-Solo encontraras huellas de animales, Demrid- le respondi.
Desde ese momento guardamos silencio. Me encontraba nervioso, sostenia mi espada. mis compañeros me miraban como acostumbrados a mi. De pronto un sujeto se aproxima repentinamente, tome mi espada para defenderme, pero él se saco la banda que cuvbria parte de su rostro e inmediatamente me hablo.
Soy Findon, montaraz al servicio del rey de Arnor, imagino que tú eres camarada mío.
-En efecto, mi nombre es Aravir ¿qué te pasa?
-Un gran ejército dirigido por el rey Brujo se dirige hacia Fornost.
-¿Son muchos?-pregunté.
-Miles. Tenemos que irnos. Pero antes, esperemos al resto del grupo.
-¿Resto del grupo? Si es cierto lo que dices, no podemos perder un instante.
-No sé dónde se han metido… Venían justo detrás de mí.-dije desconcertado.
Mas gente se aproximaba ahora, un enano, un soldado de Arnor, un gondoriano y una mujer que tapaba su rostro.
Miré a mis compañeros montaraces y les dije en voz baja... Fornost será atacada, devo partir inmediatamente... mi padre está alli.. intenten buscar a otros montaraces y avisarles. Despues de eso, Findon y yo llevamos al grupo hacia Fornost... yo, por mi parte me mantenia callado mientras escuchaba los comentarios del grupo.
Paso un buen tiempo, pero al fin llegamos a la fortaleza...Los guardias nos dejaron pasar y entramos por la puerta principal... Me sentia orgulloso y emocionado cada vez que entraba por aquellas inmensas murallas construidas por numenoreanos.
Inmediatamente, Findon y yo fuimos a soliciar un puesto para la batalla mientras nuestro amigos esperaban afuera... una vez que volvimos, Ulbar propuso ir a una taberna... yo no estuve muy de acuerdo, pero me quedé callado.
La taberna no estaba muy llena... nos acomodamos y nuevamente el gondoriano hablo y pidio unas cervezas, yo no podia ver el rostro de la mujer, pero tampoco parecia muy contenta...
-"definitivamente hay algo especial en ella" - pensaba mientras la obsevaba, y al mismo tiempo disimulaba tomando cerveza de mi jarra.
No paso mucho tiempo antes de notar lo rapido que bebia el gondoriano y el enano.
Traté de reprenderlo, pero la cerveza no parecia afectarle... despues miré al enano, pero no habia caso.
Charlamos bastante para conocernos. Hasta que alguien sugirio ir a ver el lugar donde deberiamos luchar mas tarde, me parecio una biena idea... nos dirigimos a la enorme muralla y subimos por las escaleras de una alta torre.
Ya estabamos en la muralla encima de la torre, definitivamente un lugar priviligiado. tras un par de horas, bajamos a comer...pero no nos tomo mucho tiempo. Una ves de regreso a nuestros puestos, Findon e îbal bajaron...Findon trajo una bala de paja, îbal trajo unos materiales para hacer unas flechas, tambien trajo unas cantimploras con cerveza... no me pareció pero tampoco le dije nada...
Durante vario rato afinamos punteria.Lanzaba mis dagas con rapides y presicion, no me aburría para nada... Findon disparaba flechas con su arco de madera tambien con una precicion execente. îbar fabricaba unas cuantas flechas, y luego se dispuso a afinar punteria con su arco...
-" un arco numenoreano... exelente, muy hermoso diseño"- pensaba mientras veía el arco de mi compañero.
Luego me apoye cerca de la muralla mientras otra preocupacion invadia mi mente
-"mi padre, que será de él... la fortaleza está muy llena de gente hoy, no lo he visto por nunguna parte...pero de que hablo? acaso no fue él, quien me enseño a usar esta espada?"-
Ya estaba bastante oscuro y varios arqueros comenzaban a llegar y se acomodaban en las murallas.
Luego me hacerque a Namsis, parecia estar sumida en sus pensamientos, tampoco parecia incomodarse por mi precencia... le hable algo nervioso y en voz baja, despues de todo la batalla estaba se acerca y estamos en un lugar muy vulnerable.
-Saludos, emmm... solo queria preguntarte...que haces aqui?, eres capas de dar tu vida por nuestro reino... de donde vienes?-
Namsis no respondio, seguramente debe estar preocupada o pendiente de sus pensamientos... le hablé nuevamente, pero ahora un poco mas fuerte.
-bueno, de todas maneras te doy las gracias por estar aqui, tambien agradesco la ayuda de Miquel y de Ulbar... el enemigo nunca pasara por esta fortaleza, no mientras nuestros corazones lo impidan y las espadas sigan viniendo a dar su filo por nuestra causa... sino, nuestro reino caería y eso, jamás ocurrira.-
Despues de esas palabras, solo me sente en el suelo ... esperando a ver que nos traería el resto de la noche...

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En el Sur la temible Oscuridad crece
Los Reinos se enfrentan a su destino
Minas Tirith es el barco que corta la marea
La marea del destino que todo lo inunda.
Del Oeste les lleg...
#58 Respondiendo a: Aravir
accion
Empecé a correr por el bosque, de vez en cuando me detenia para ver una que otra huella , algunas ramas quebradas, etc... despues llegué al campamento, mis compañeros se encontraban alli, todos silenciosos parecian siempre escuchar al bosque...
- Ya estoy aqui, no hay nada sospechoso...- le...
La noche se nos echó encima, pero nosotros no nos movíamos para nada de nuestro puesto. La defensa estaba terminando de organizarse. Îbal había fabricado más de 100 flechas para él y para Findon. Sin embargo, Findon supo que no serían suficientes porque él había visto al ejército que se acercaba. Bajó a la armería y cogió algunos pequeños fardos de flechas ya fabricadas, y subió de nuevo a su puesto. Cuando llegó, todos miraban al horizonte, donde se veía una polvareda impresionante. La noche no dejaba ver ninguna estrella, y las negras nubes se amontonaban en el cielo. La batalla se aproximaba. La defensa, según habían sabido, se haría en más sitios que en los muros de la ciudad, ya que varios cientos de exploradores se ocultaban en los bosques que flanqueaban el camino, y la caballería había ido al norte de Fornost, para cargar desde un flanco al enemigo. Lentamente, los enemigos se acercaban a la fortaleza. En menos de media hora se veían las antorchas de los orcos, y el grupo vio a un enorme animal alado, que sobrevolaba el ejército.
-Nazgûl –murmuró Namsis.
Los demás escucharon su murmullo y el nerviosismo empezó a invadirles, pero mantuvieron la compostura. Los bosques de los flancos del camino, parecían solitarios y meros espectadores, pero los montaraces ocultos en ellos empezaban a tomar posiciones. Miquel afilaba su hacha con una piedra de afilar, y Ulbar le imitaba. Los arqueros, Îbal afilaba las flechas y Findon acariciaban la cuerda de su arco, con el rostro envuelto de nuevo. Aravir estaba sentado en la muralla, sin mostrar gran interés por el gran ejército que se aproximaba. Namsis seguía con la mirada perdida al Nazgûl, murmurando cosas inteligibles. Finalmente, el gran ejército tomó posiciones a unos 300 metros de la ciudad. Los arqueros y soldados de Fornost se agrupaban a nuestro lado, nerviosos por la batalla, que estaba próxima. Los soldados cerraron las puertas, con gran dificultad debido a su peso, y el grupo sintió el golpe debajo de ellos como un terremoto.
-Les costará derribar la puerta –comentó Aravir.
-Mientras haya movimiento, yo estoy contento –dijo el enano, sonriendo.
Los enemigos empezaron a entonar sus cánticos de guerra, rudos y desagradables, y esto parecía provocar al señor enano. Al instante trajeron leña y comenzaron a hacer un fuego justo encima de la puerta y a ambos lados de las torres que flanqueaban la puerta.
-¿Qué están haciendo? –preguntó Ulbar.
-Van a calentar aceite –dijo Findon. –Los orcos recibirán una lluvia algo caliente.
Pusieron enormes calderos sobre el fuego, mientras el aceite se iba calentando. El enemigo parecía esperar órdenes. De repente, algo pasó muy deprisa. El que montaba a la bestia alada produjo un sonido ensordecedor que obligó a gritar y a taparse los oídos a todos los que estaban en la muralla. La horda se puso en marcha, y los montaraces, Aravir y Findon, de vista más agudo informaron a sus compañeros:
-Vienen trasgos, trolls, semitrolls, algunos dunlendinos y traen máquinas de asedio.
De repente, sonó una orden y todos los arqueros dispararon a la vez. Findon e Îbal habían sido tomados de improviso, pero dispararon igualmente. Los orcos caían con una rapidez extraordinaria. La bestia alada se dirigía hacia la muralla. Todos se pusieron a cubierto, pero la bestia consiguió atrapar a algún soldado. De repente, los montaraces de los bosques comenzaron la andanada de flechas, eliminando a muchos orcos, pero tras un breve momento, sendos proyectiles incendiarios prendieron los bosques, quemando vivos a casi todos los montaraces. Los que tuvieron la suerte de no ser quemados fueron eliminados a flechazos por los orcos.
Los soldados de la muralla contemplaban desesperanzados el espectáculo. Había más de 300 efectivos menos en la resistencia. La horda de trasgos siguió avanzando, y se aproximaban a los muros. Escalaban como gatos y empezaron a encaramarse a los muros de la ciudad. Además, varias torres de asedio empezaban a amenazar las murallas, al igual que las catapultas, que obligaban a los soldados a replegarse. Los arqueros seguían disparando a discreción, y Findon e Îbal hacían buen uso de sus arcos. Pero esto no impedía el avance enemigo. Las torres de asedio estaban a menos de 20 metros de la muralla, y los trasgos escalaban por altos muros, aunque pocos lo conseguían, pues los soldados arrojaban piedras que les hacían caer despeñados. Un oficial mandó verter el aceite, y el aire se impregnó de un olor desagradable y nauseabundo a trasgo frito. Los calderos se volvieron a llenar, pero no hubo tiempo para verterla de nuevo. Más de cuatro torres de asedio se habían desplegado a los lados de la parte superior de la puerta, donde todos, excepto Findon e Îbal estaban inactivos. Los orcos y semitrolls comenzaron a invadir la muralla, y el grupo se dirigió a la derecha de sus puestos y comenzaron a matar orcos a diestro y siniestro. Findon e Îbal dispararon su última flecha y sacaron sus armas de mano, al igual que los demás. Aravir lanzó una daga que se clavó en el ojo de un semitroll, que cayó al suelo a plomo. El combate se endurecía por momentos.
#59 Respondiendo a: Findon
Narración 2
La noche se nos echó encima, pero nosotros no nos movíamos para nada de nuestro puesto. La defensa estaba terminando de organizarse. Îbal había fabricado más de 100 flechas para él y para Findon. Sin embargo, Findon supo que no serían suficientes porque él había visto al ejército que se...
Findon, no esque no haya leído atentamente tu acción, sino que mientras yo escribía la mía tu colgaste la tuya y no pude leerla.
Ah! y me parece que cuando asediaron Fornost los Espectros del Anillos no iuban encima de bestias aladas!
perdón por las molestias.